La investigación sobre los crímenes de Igor el Ruso en Teruel sigue centrada en los tres asesinatos de Andorra y los dos intentos de Albalate del Arzobispo, aún no unidos en la misma causa, pero la Guardia Civil no ceja en su empeño de esclarecer cómo llegó a España Norbert Feher y hacia dónde se dirigía. Y a tenor del análisis del mapa de carretera que le fue intervenido en su detención, y por otros indicios, la hipótesis que manejan es que entró por la Cerdaña, una parte fronteriza de Cataluña de orografía sencilla, y que se dirigía a Marruecos, por los pasos de montaña y carreteras que marcó en el plano.

Feher, alias Igor el Ruso, explicó a la jueza que le tomó declaración en Alcañiz que llegó a España en bicicleta, a finales de septiembre, desde Italia. De ahí huía por otros dos asesinatos (al menos, le atribuyen un tercero), uno cometido con la misma pistola Smith & Wesson que usó en Andorra contra los guardias civiles Víctor Romero y Víctor Caballero.

Según su testimonio, se dirigía a Valencia, donde tenía conocidos. Pero su testimonio ha demostrado no ser fiable en muchos puntos, por lo que el reconocimiento de que tenía conocidos en la costa levantina no puede descartarse que fuese mentira.

De hecho, la vía marroquí cuadraría con la información que manejaban las autoridades italianas. Estas le vinculaban con una red serbomarroquí (él es serbio de nacimiento) dedicada a la trata de personas y al narcotráfico, entre otras actividades ilegales. Calculaban que la banda estaba asentada en Valencia, donde Igor el Ruso ya había vivido y donde, el pasado verano, fue identificado un antiguo compañero de celda, compinche y amigo suyo, que no consta que llegara a ser detenido. Pero la propia nacionalidad de los integrantes, no detallada, casaría con el destino que le suponen los investigadores, según fuentes del instituto armado.

Estas pesquisas forman parte del trabajo de la Guardia Civil, si bien la jueza que instruye el caso de los asesinatos de Andorra ha impedido de momento que se avance en esta vía, al denegar una comisión rogatoria a Italia sobre este particular. La jueza razonó que el camino que siguiera Feher, antes o después de los hechos presuntamente cometidos en Teruel, se sale de los límites de su investigación, tanto en asunto como geográficamente. La denegación está recurrida, pero de momento sigue vigente.

Mientras, las pesquisas continúan secretas en lo que se refiere a la pieza tecnológica, que en principio se centra en el análisis del teléfono móvil, ordenador y otros componentes electrónicos que llevaba Feher encima cuando le detuvieron. No se descarta que esta vía abra nuevas pistas para la determinación de sus cómplices en España.