La Guardia Civil ha destruido 23 artefactos explosivos hallados en la provincia de Teruel en lo que va de año, en un total de 21 actuaciones en las que se han encontrado además proyectiles de diversos calibres, granadas y hasta una bomba de aviación.

Casi 80 años después de que terminara la Guerra Civil continúan apareciendo artefactos explosivos, lo que ha obligado a los especialistas de la Guardia Civil a atender 21 incidencias en lo que va de año en la provincia, informan fuentes de la Benemérita.

En ellas, los agentes de la Guardia Civil han desactivado 23 artefactos explosivos, y se han destruido 13 proyectiles de diversos calibres, ocho granadas de mano de diversa tipología, una granada de mortero y una bomba de aviación.

El último de ellos fue destruido por los agentes del Equipo Tedax de la Zona de Zaragoza y el Equipo EBYL de la Comandancia de la Guardia Civil el pasado 24 de mayo en la carretera del término municipal de la Puebla de Valverde, un explosivo de artillería de 65 mm localizado un día antes.

La práctica totalidad del material destruido procede de la Guerra Civil española, añaden las mismas fuentes, en la que la provincia de Teruel fue escenario de numerosas y cruentas batallas.

Este año no se ha producido daño personal en ninguna de las actuaciones realizadas, pero es fundamental, recuerdan, que en caso de encontrarlas no se manipulen ni almacenen y se avise a los agentes.

Si no se les somete a ninguna acción los artefactos permanecen en estado "latente", apuntan los expertos, pero en caso de cualquier manipulación, por pequeña que sea, el resultado más probable es la explosión.

En muchas ocasiones, añaden, existe un exceso de confianza debido al aspecto deteriorado del artefacto por la acción del óxido y el paso del tiempo, pero reiteran que la mayoría tienen intacta su carga explosiva y son muy peligrosos.