La Guardia Civil ha intervenido una granada de mano, previsiblemente de la Guerra Civil, que una persona encontró en Sarrión (Teruel) y entregó en el Cuartel de Llíria (Valencia), según informaron ayer fuentes de la Benemérita.

Según el instituto armado, un ciudadano acudió el pasado 6 de octubre al cuartel de Llíria con una granada que había encontrado en Sarrión, y que, según determinó el equipo de desactivación de explosivos de la Guardia Civil de Valencia, era del tipo Ferrobellum.

Esta granada, con carga explosiva y de las que previsiblemente se utilizaron en la contienda de 1936 a 1939, fue trasladada por los especialistas para su posterior destrucción en una zona segura.

El cuerpo armado recordó ayer en un comunicado que, dada su peligrosidad, estos artefactos no deben ser manipulados ni tampoco deben trasladarse a las instalaciones de la Guardia Civil, sino que cuando se localicen se tiene que avisar de inmediato al 062.

El hallazgo de artefactos de la Guerra Civil es una constante en las zonas de la provincia de Teruel donde se produjeron combates. No en vano, Teruel fue la única capital de provincia que cambió dos veces de manos en el curso del conflicto.

El pasado mes de septiembre, sin ir más lejos, Teruel y Valdelinaeres fueron escenario del hallazgo de sendos artefactos de la guerra Civil. Por un lado, la Guardia Civil intervino una granada de mortero de 50 milímetros de calibre que un hombre encontró en Valdelinares y entregó en el cuartel de Massamagrell (Valencia).

Además, agentes de los Tedax de la Policía Nacional neutralizaron por esas fechas un artefacto hallado en las obras de restauración de la muralla de Teruel. Los artificieros acudieron tras recibir llamadas que alertaban de que se trataba de una pieza de dimensiones considerables, mayor que otras halladas en las mismas obras.