Andorra ha sido escenario desde el pasado fin de semana de dos incendios que afectaron a dos casas de la localidad y que generaron situaciones de riesgo para sus moradores. En uno de los sucesos, unos desconocidos trataron de prender fuego dos veces seguidas a un despacho de abogados.

El último de ellos se produjo en la madrugada de ayer, cuando la Guardia Civil, ayudada por varios vecinos, rescató a dos personas de un incendio que se había iniciado en la cochera de su vivienda. A las 4.40 horas, una patrulla de la Benemérita de Andorra se dirigió a la casa afectada y comprobó que el fuego se había iniciado en el garaje y había dañado dos vehículos que estaban en su interior.

Al llegar vieron que sus moradores estaban pidiendo auxilio por una de las ventanas de la primera planta y que su vida corría peligro pues no había otra vía de escape. Por este motivo se utilizaron dos escaleras de mano para llegar hasta las víctimas.

Mientras un vecino entraba a la vivienda, un agente ayudó a que bajaran por la fachada para evitar que se cayeran, ya que las escaleras no llegaban hasta la misma ventana.

Posteriormente, los residentes, un matrimonio, fue atendido por los servicios sanitarios y trasladado a Alcañiz, mientras los bomberos y Protección Civil apagaban con una motobomba el fuego, que quedó extinguido sobre las seis horas. Las llamas afectaron a la fachada y causaron daños a los dos vehÍculos estacionados en la cochera.

Pero este incendio, cuyas causas se investigan, fue solo uno de los dos que se han registrado en fechas recientes en la capital de la Sierra de Arcos. En la madrugada del pasado domingo, un despacho de abogados situado en la calle de la Unión sufrió lo que parecen ser dos tentativas de incendio intencionadas, una sobre las 2.30 y otra en torno a las 5.00 horas.

No se produjeron más que daños materiales gracias a que los clientes de un pub cercano se movilizaron en ambas ocasiones y llamaron a la Guardia Civil y a los bomberos. En el despacho no había nadie a esas horas, pero en la planta superior vive la propietaria del local, que resultó ilesa debido a la rápida actuación de los testigos, de las fuerzas de seguridad y de los equipos de emergencias. "Podría haber sido un desastre", manifestó ayer el abogado Carlos Guía, que trabaja en el bufete junto a Carmen Royo. "Quien haya sido ha cometido el acto más cobarde que existe", subrayó el letrado, que dijo que hace 26 años que ocupa ese local y que "nunca había ocurrido nada" hasta el pasado fin de semana.