El consejero de Presidencia, Vicente Guillén, ha denunciado hoy la "inflexibilidad" del Gobierno central al negarse a prorrogar proyectos pendientes del Fondo de Inversiones de Teruel (Fite) por 8,5 millones de euros, que se pierden sin que el Ejecutivo aragonés pueda hacer "nada".

Guillén ha resumido así el resultado de la reunión ayer de la Comisión Mixta de Seguimiento del Fite en Madrid, en la que el Gobierno central comunicó al aragonés que no autorizará la prórroga de los proyectos de 2014 que no han podido certificar su ejecución antes del 15 de diciembre del pasado año.

El consejero de Presidencia ha incidido en que el Gobierno central confirmó ayer que no está dispuesto a prorrogar ninguna obra y la única solución para los proyectos que se han quedado pendientes solo pasa por trasladarlas al nuevo Fite que se firmará este año, algo que el Gobierno de Aragón no ve bien porque supone que se pierdan esos millones.

Ha explicado que fue en 2013 cuando el gobierno central, con el acuerdo del ejecutivo aragonés de entonces, el que decidió modificar los convenios del Fite, que pasaron de ser cuatrienales a anuales, fijando un plazo de ejecución de las infraestructuras en 18 meses.

Esto genera muchos problemas prácticos, ya que los convenios se firman transcurridos algunos meses del año en cuestión, reduciendo a prácticamente un año los plazos para ejecutar los proyectos, que es insuficiente para acometer los trámites administrativos de cualquier tipo de infraestructura y realizar las obras.

En cuanto a la posibilidad que ayer sugirió el delegado del Gobierno de Aragón, Gustavo Alcalde, de estudiar la ejecución de estos proyectos con cargo a remanentes por 39 millones de acuerdos anteriores, Guillén ha apuntado que desconoce con qué ánimo lo dijo, ya que el anterior Ejecutivo aragonés, seis meses antes de que tomara posesión el actual, reasignó a determinados proyectos todos los remanentes que había de 2002 a 2010, de forma que no hay posibilidad de que vayan a estas obras que se han quedado "colgadas".