Nombrado en febrero presidente de Unicef en España, los objetivos de Gustavo Suárez Pertierra son la pobreza infantil, ampliar la educación de 0 a 3 años y una ley de violencia infantil. Exministro de Educación y de Defensa con Felipe González, ayer recaló en Zaragoza.

-Es increíble que estemos hablando en el 2018 de niños esclavos vendidos por sus familias para ser explotados.

-Impresiona pensar que hay 150 millones de niños en el mundo sometidos a diferentes formas de esclavitud. La Humanidad debería resolver el problema. Y en esto está Unicef, en denunciar estas situaciones e intentar solucionar sobre el terreno las grandes carencias que tienen los niños en el mundo, que tengan acceso a los recursos básicos como el agua y la salud, y que se atienda a su educación, que es lo que permite salir de la trampa de la pobreza.

-Pero cómo se consigue, ¿con dinero? Porque el problema no es nuevo.

-Por supuesto que se hace con dinero. Con recursos, que salen desde gobiernos a particulares, destinados a organizaciones internacionales, como es el caso de Unicef. Unos recursos que a las oenegés les permite trabajar en los países que estén en desarrollo sobre el terreno. En España, nuestra labor se centra en sensibilizar a ciudadanos y poderes públicos.

-Cuando hablamos de niños, ¿de qué edades estamos hablando?

-De 0 a 16 años. Así lo recoge la Convención sobre los Derechos del Niño, que es como nuestra Constitución y es el tratado más firmado por los estados.

-El tráfico de personas, me refiero al mercado actual de refugiados e inmigrantes, ¿es una nueva esclavitud?

-Sin duda alguna. Las mafias trafican con adultos, con mujeres y con niños, también con los que viajan solos. Y esa es una de nuestras preocupaciones. Nosotros denunciamos el problema que tenemos en España cuando llegan a nuestras fronteras niños no acompañados que necesitan ser atendidos y acogidos. Denunciamos la necesidad de coordinación entre el Gobierno central y los autonómicos para que tengan un hogar caliente que les ofrezca protección hasta que las autoridades puedan restituirles a sus orígenes con garantías. Porque, entre todos, no somos capaces de atender a los 6.500 niños no acompañados, según los datos que tenemos de antes del verano, que han entrado en España. Demandamos humanidad a la sociedad.

-Pero sí que hay familias dispuestas a acogerles. ¿Qué está pasando?

-Es un problema de coordinación que debiera resolverse cuanto antes porque estos niños no pueden esperar. 19.000 niños están acogidos, pero 15.000 siguen en centros. Faltan familias de acogida.

-Las cifras hablan de 2,6 millones de niños españoles en riesgo de pobreza. ¿Nos hemos olvidado de los niños?

-Tenemos que convertir a la infancia en el centro de las políticas de bienestar. Cuando uno piensa que uno de cada tres niños está sometido a situaciones de pobreza o de exclusión social en España no nos lo creemos, pero es así. El Gobierno ha demostrado una sensibilidad especial creando una Comisionado para la Pobreza Infantil. Si se le dota de autoridad y recursos será un paso importante.

-Como exministro de Defensa, qué opina de la venta de armas a Arabia Saudí.

-Como presidente de Unicef es malo que hable de las políticas internas porque comprometo a la organización.