El Gobierno de Aragón intensificará el control de los gastos del personal sanitario y de la farmacia. Lo hará centro a centro y hospital a hospital, para evitar que se disparen las partidas que se destinan a estos conceptos, tal como ha ocurrido en otros ejercicios. La sanidad supone alrededor de un 35% del presupuesto total de la comunidad y es uno de los que mayor incidencia tiene en el déficit público a final de año.

Estas medidas para atajar la proliferación de partidas sin soporte presupuestario se aplicará a los gastos sanitarios y a los de educación. Pero la primera en ponerse en marcha será la que se aplicará directamente en los hospitales y centros de salud. Según explicaron desde el Ejecutivo, no se configura como un órgano de control, sino como un elemento organizativo de coordinación interdepartamental, cuya finalidad es el análisis y seguimiento periódico como medio indispensable para realizar propuestas que permitan una mayor racionalización y eficiencia en el gasto sanitario público de la comunidad.

El objetivo es que, al contrario que en otros ejercicios en los que las insuficiencias se han detectado a mitad de año, en este presupuesto se pueda hacer un seguimiento de la ejecución de las cuentas autonómicas desde el principio para evitar que el gasto real aumente por encima de lo previsto.

INMINENTE

En el caso del control del gasto en el Salud, que se activará de forma inminente, entre sus funciones figura analizar y realizar un seguimiento periódico de la evolución de los componentes del gasto sanitario y proponer medidas de racionalización y moderación, "sin que estas afecten a la adecuada prestación del servicio público", explicaron desde el Ejecutivo. También se estudiarán y propondrán medidas para fomentar el uso racional de los medicamentos; se establecerán y priorizarán objetivos del gasto sanitario público con carácter anual y se impulsarán criterios de racionalidad en la gestión de las compras y en los de gastos del personal.

La unidad para el control del gasto estará formada por representantes del Departamento de Hacienda y Administración Pública y del de Sanidad y el Servicio Aragonés del Salud. Se reunirá con carácter mensual para analizar y hacer seguimiento de las variaciones que se produzcan mensualmente. No supondrá ningún coste para la Administración ni sus miembros percibirán ningún tipo de retribución especial, aseguraron desde el Gobierno de Aragón.

La idea, detallaron desde el Pignatelli, es que se pueda hacer un seguimiento del gasto muy actualizado, prácticamente centro a centro y hospital a hospital, para agilizar la toma de decisiones en tiempo real. Se pretende incidir especialmente en el gasto de personal --el objetivo es mejorar la eficiencia de los recursos humanos existentes-- y en el de farmacéutico.

También habrá medidas para hacer compras más eficientes de productos y suministros sanitarios. Para eso, se va a potenciar la central de compras para que cada vez se adquieran más artículos por este sistema. De todos modos, cualquier medida que se adopte será siempre sin afectar a la adecuada prestación del servicio público.

El Departamento de Hacienda prevé terminar el año con una insuficiencia presupuestaria de 100 millones. Cualquier desviación de esta cantidad supondría superar el objetivo de déficit, que este ejercicio está fijado en el 0,3% del Producto Interior Bruto (PIB). El control del gasto permitirá ver la evolucíon de la ejecución mes a mes, y así se podrán detectar con suficiente antelación las modificaciones de crédito que sean precisas porque el margen del que dispone el Gobierno es muy ajustado.