El plan de recuperación de la margaritona, cuyos trabajos de prospección están impulsados por el Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón, ha permitido localizar cuatro nuevos ejemplares de margaritona: tres en la comarca de la Ribera Alta del Ebro y uno más en la de Zaragoza. Dos de ellos han aparecido en un tramo del río Ebro donde no se tenía constancia de la presencia de esta especie amenazada.

La Margaritifera auricularia es una de las cuatro grandes almejas de río que habitan en Aragón, catalogada en peligro de extinción y a la que la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente ha declarado recientemente en situación crítica. Esta situación se debe, entre otros motivos, a las fuertes mortalidades registradas en los últimos años en los principales lugares donde habita, el Canal Imperial de Aragón y el Canal de Tauste.

De los nuevos ejemplares localizados, tres son adultos de entre 12 y 15 centímetros y el tercero es un joven de apenas 10 centímetros. Se trata del ejemplar más pequeño encontrado en el río Ebro en Aragón después del que apareció en la Ribera Alta hace dos veranos.

Los trabajos de prospección de este año, desarrollados por la empresa pública SARGA, han permitido comprobar además que siguen con vida al menos 26 margaritonas de las localizadas y etiquetadas hace varios años. Se registra su crecimiento en longitud y en ancho de la concha al compararlos con las medidas tomadas la primera vez que se etiquetaron en el 2006.

Por el contrario, y por primera vez, también se ha localizado un ejemplar muerto de entre los etiquetados en campañas de muestreo anteriores.

Los nuevos ejemplares se encontraban en un área recubierta totalmente por macrófitos y algas consecuencia de los caudales peligrosamente bajos que registra el río Ebro desde abril.