La Guardia Civil de Tráfico ha localizado dentro de un camión de gran tonelaje un "emulador" que anulaba el funcionamiento del sistema de tratamiento de gases contaminantes a la atmósfera, un novedoso sistema de manipulación y uso fraudulento detectado por primera vez en Aragón y que puede sancionarse con hasta 20.000 euros.

Según informa la Guardia Civil, el pasado 30 de agosto agentes del Equipo de Inspección de Transportes inspeccionaron un vehículo de gran tonelaje en una vía de comunicación próxima a Zaragoza en la que detectaron la manipulación y desconexión del sistema de post-tratamiento de gases por el que se reducen las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx).

Un sistema que deben instalar y utilizar determinados vehículos diesel en cumplimiento de la normativa EURO V relativa a la emisión de gases contaminantes y que habría sido manipulado, ya que una irregularidad en su funcionamiento debería haber activado, en la unidad central del vehículo, todas las medidas de seguridad y sistemas de involución para el conductor.

La Guardia Civil trasladó el vehículo al servicio oficial para efectuar una inspección exhaustiva de dicho sistema, donde se acreditó que éste se encontraba totalmente inoperativo por haber sido desconectado o anulado y, por lo tanto, emitía gases nocivos de óxido de nitrógeno a la atmósfera.

Revisada toda la instalación eléctrica del camión se detectó la existencia de una derivación que no pertenecía a la instalación original del vehículo.

Dicha derivación llevaba a la parte inferior del volante del conductor, donde se localizó un dispositivo electrónico que efectuaba las funciones de "emulador" del sistema de emisión de gases.

Este emulador se encontraba oculto en la caja de pedales y se trata de una centralita electrónica que simula el correcto funcionamiento del sistema, siendo muy dificultosa su detección.

En el camión inspeccionado el sistema de post-tratamiento de gases del escape se realiza mediante la utilización de un reactivo de disolución de urea, denominado AdBlue.

Este reactivo fungible se inyecta en el sistema de escape de los vehículos para evitar que salgan a la atmósfera los gases de óxido de nitrógeno generados tras la combustión, han informado las citadas fuentes.

Durante el proceso hace que reaccionen en el catalizador para que los óxidos de nitrógeno se descompongan y se transformen principalmente en nitrógeno, agua y CO2. Los tres son inocuos y, aunque el CO2 es un gas de efecto invernadero, es mucho menos "activo" que los óxidos de nitrógeno.

La no utilización de este reactivo o manipulación del sistema de control de emisiones obligatorio deriva en una infracción a la Ley 34/2007 de calidad de aire y protección del medio ambiente, que puede conllevar una sanción económica de hasta 20.000 euros.

La Guardia Civil de Tráfico ha remitido un informe de estos hechos al departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, para el inicio del correspondiente expediente sancionador.