Una nueva especie de sirenio, un mamífero marino de hace 42 millones de años, ha sido descubierta en un yacimiento en el área de Castejón de Sobrarbe, en el Pirineo oscense. Investigadores de las universidades de Zaragoza (del grupo Aragosaurus), del País Vasco y de Lisboa han participado en el hallazgo del Sobrarbesiren cardieli, nombre elegido en honor de la comarca y de Jesús Cardiel, descubridor del yacimiento. La nueva especie es el primer cuadrúpedo de Eurasia y el más antiguo del oeste de Europa.

El hallazgo, publicado en la revista Scientifics Reports, supone una pieza clave en la evolución de estos herbívoros que en, la actualidad, están representados por los dugongos y los manatíes, propios de costas y ríos de latitudes tropicales. Su importancia reside en que son de un momento en el que estos animales comienzan su evolución y muestra ejemplares con las extremidades posteriores funcionales, que todavía no estaban totalmente adaptados a la vida acuática. En ese sentido, cabe precisar que este grupo evolucionó con una serie de cambios corporales como la pérdida del pelo, de las orejas y de las patas posteriores. Unas patas que, en este caso, probablemente utilizarían «para nadar y para hacer pequeños desplazamientos», explicó la paleontóloga de la Universidad de Zaragoza y miembro del grupo de trabajo, Ester Díaz, quien, además, desarrolla su tesis doctoral a partir del estudio a fondo del esqueleto de estos animales.

El yacimiento, ubicado en el geoparque mundial de la Unesco Sobrarbe-Pirineos, también ofrece «una de las mejores, por no decir la mejor colección de sirenios del mundo del eoceno medio», como detalló Díaz. En total, más de 600 fósiles, de los que más de 300 pertenecen a esta nueva especie, forman parte del conjunto. Cuenta con piezas como cuatro cráneos, dos pelvis, un fémur y el peroné de sirenio más antiguo del mundo. Además, en el lugar se encontraron restos de otros animales, como tortugas, cocodrilos, lagartos o tiburones, lo que ayuda a reconstruir el ambiente del entorno hace 42 millones de años, cuando el pirineo oscense lo ocupaba una zona costera de un golfo abierto al Cantábrico y el clima era más calido.

El grupo de trabajo que ha realizado el descubrimiento lo completan Ignacio Canudo, de la Universidad de Zaragoza, Ainara Badiola, de la Universidad del País Vasco, y Miguel Moreno, de la Universidad Nova de Lisboa.

El vicerrector de Política Científica de la institución académica afirmó que se trata de un «gran resultado científico y emocional». Canudo insistió en que es de animal «único en el mundo», mientras que Badiola destacó el potencial del yacimiento de Castejón de Sobrarbe, un aspecto que también resaltó Moreno, quien aseguró que el yacimiento pirenaico «va a poner a Huesca en el mapa».

Las piezas más singulares del hallazgo se expondrán a partir de la próxima semana en el Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de Zaragoza.