Un obrero de 39 años resultó herido muy grave ayer como consecuencia de un accidente ocurrido en los trabajos de reforma del pabellón San Juan de Dios del psiquiátrico Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza, en el parque Delicias. El hombre, de nacionalidad rumana, sufrió un fuerte golpe en la cabeza por la caída de unos cascotes y graves lesiones en una pierna, que se le quedó enganchada en una sirga. Fuentes del Salud confirmaron ayer que, al cierre de esta edición, estaba siendo intervenido quirúrgicamente para intentar mantenerle con vida.

El siniestro tuvo lugar a primera hora de la tarde, cuando el hombre, según fuentes consultadas, estaba trabajando en el hueco de un ascensor. Por causas que ayer no pudieron ser aclaradas, se produjo un desprendimiento de cascotes, uno de los cuales le golpeó en la cabeza.

Pese a que llevaba casco de protección, el impacto le causó una fuerte conmoción, y al caer por el hueco se le quedó la pierna enganchada con una sirga. Esta le produjo tales lesiones que no se descartaba que tuvieran que amputársela. Según fuentes consultadas no llegó a ser así, pero el Salud tampoco pudo proporcionar información más detallada sobre las lesiones.

El trabajador pertenecía a una subcontrata de las adjudicatarias de la obra, Mariano López Navarro SAU & Urbanizaciones y Medio Ambiente SLU, que hace escasos 15 días habían comenzado la reforma, en unas obras largamente reclamadas.

Tras ocurrir el siniestro, el herido fue trasladado al hospital Clínico y tanto el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional como la Policía Científica analizaron el escenario de los hechos, como sucede a menudo en este tipo de siniestros, para descartar que se trate de otra cosa que de un accidente laboral, como aparenta. Independientemente de la labor de Inspección de Trabajo y otros organismos.

Según las últimas estadísticas de siniestralidad laboral del Gobierno de Aragón, correspondientes al año pasado, en Aragón se produjeron 14.566 accidentes laborales, de los cuales 102 fueron graves (22 más que en el 2016) y 26 mortales, 4 más que el año anterior.

Los últimos registros detallados por sectores productivos datan del 2016, y la construcción se destacaba como la actividad con más alta tasa de accidentes. Era de un 63,31 (por cada 1.000 habitantes), más del doble de la media (31,86) y bastante por encima de la industria (48,08) y la agricultura (47,17).