Son las «hijas del cierzo», las «aguas más turbulentas del Ebro»: así las han descrito Juan Aguirre y Eva Amaral, que ayer volvieron a su Zaragoza natal para presentar el himno que han dedicado al Zaragoza Club de Fútbol Femenino (antes, Transportes Alcaine).

Fue en el auditorio del Conservatorio Superior, lleno a reventar, de público y de emoción. «La petición nos llegó en medio de la gira, pero el proyecto nos llamaba mucho», explicaba Eva Amaral. Y por eso, aceptaron crear un himno que coincide con el veinte aniversario del club y que habla de «corazones latiendo en el pecho del león», de mujeres que «no pedimos más y no merecemos menos». Es una llamada a la igualdad en el deporte, que también verbalizó Juan Aguirre en sus palabras, para un club que, desde hace años, milita en Primera División.

Fue en un acto que presentó Quique Riverola y al que asistieron el presidente de la Federación de Fútbol, Óscar Fle, el concejal de Deportes, Pablo Híjar, y el director general de ídem del Gobierno de Aragón, Mariano Soriano, y que encabezaron la familia Alcaine, los responsables de poner en marcha este proyecto hace veinte años. Allí, estaban Rubén y Carlos Alcaine, y también el presidente del club, Carmelo Alcaine, que se llevó una camiseta conmemorativa. También las hubo para Eva y Juan, con dos números que suman el año de su primer disco.

El resto fue disfrutar del himno, que tiene (en palabras de ella), «mucha mañez» por las aportaciones musicales. Y de las integrantes de la cantera y del equipo de Primera, con Salma Paracuellos --convocada en la selección sub 17--, Ainhoa López... O Nuria Mallada (que, amén de dar guerra en el terreno de juego, es campeona del Mundo de Pesca). Y, como ellas, otras hijas del Cierzo, que ya tienen su himno. Se oirá en la red y en el campo, donde estas mujeres «se hacen vendaval».