La histórica reivindicación de renovar los trajes de protección de los bomberos de Zaragoza, obsoletos hace tiempo, está más cerca de cumplirse. Según informaron fuentes del sindicato CSL, esta misma semana está previsto que comiencen a tomarles la talla a los efectivos, aunque al ser festivo ayer todavía no habían comenzado.

El sindicato confía en que esta vez realmente se cumplan las promesas municipales, ya que los trajes afectan directamente a la seguridad de los bomberos y, por ende, a la de las personas a las que tienen que auxiliar. Por ejemplo, los arneses de sujección que incorporan han de revisarse cada año, y algunos con dos décadas nunca se han comprobado.

Pese al teórico avance, las cuentas municipal no parecen respaldar este apartado: el presupuesto global para equipamiento de bomberos y protección civil es de 385.000 euros, cuando solo la renovación de estos trajes supondría 450.000. Son caros, unos 1.200 euros por traje, pero necesarios dado el "estado deplorable" de los actuales.

VEHÍCULOS

Para lo que sí que hay partida presupuestaria contemplada es para la renovación de algunos de los vehículos más necesarios para el cuerpo. Concretamente, el consistorio invierte este año 850.000 euros en adquirir una ambulancia --por imperativo legal, ya que hay que renovarlas cada diez años-- y un vehículo con autoescala de 30 metros de altura. El siguiente objetivo debería ser, consideran en el cuerpo, renovar la autoescala más pequeña, de 18 metros, que tiene más de dos décadas de antigüedad.

El otro esfuerzo presupuestario municipal fue la convocatoria, anunciada a principios de abril, de 40 plazas de bombero. "Agradecemos el esfuerzo del concejal (Alberto) Cubero", indicaron desde CSL, "pero son claramente insuficientes". El cuerpo zaragozano cuenta actualmente con 430 efectivos, pero tiene 181 vacantes, con datos de principios de este año. Es decir, aun con las 40 nuevas incorporaciones quedaría un 23% de plazas sin cubrir.