Ni una semana ha tardado la Audiencia Provincial de Zaragoza en rechazar la petición de libertad provisional que solicitó Inocencio L. G., el hombre que en junio del 2015 casi mata a puñaladas a su exmujer y a un amigo de esta en la urbanización Fuente de la Junquera, en la capital aragonesa.

Los magistrados pertenecientes a la Sección Primera señalan que su actual situación es «proporcionada con los delitos presuntamente cometidos por esta persona». Inocencio L. G. está procesado por dos asesinatos en grado de tentativa.

Destacan que la circunstancia de que la tramitación del sumario se haya prolongado en el tiempo es «por motivos justificados» como un «inesperado» agravamiento de las lesiones de exesposa, que han tenido que ser valoradas nuevamente por el médico forense, o por la necesidad de investigar acerca de la participación del portero de la urbanización como cooperador necesario o cómplice de los delitos.

MEDIDA

En este sentido, le señalan al encausado que «dicha situación de prisión se encuentra dentro del plazo de duración máxima de dos años, previsto legalmente en atención a la pena que pudiera imponerse por los delitos cometidos, plazo que además podría ser prorrogado mediante auto por una sola prorroga de hasta dos años».

El tribunal provincial da la razón a las acusaciones públicas y también particulares, ejercidas por los abogados Javier Notivoli y Antonio Torrús, al afirmar que las medidas cautelares alternativas propuestas por Inocencio L. G. como la colocación de una pulsera telemática para evitar que pueda atentar nuevamente sobre las víctimas o la privación del pasaporte, junto con comparecencias periódicas ante el Juzgado para evitar el riesgo objetivo de fuga, «no se estiman suficientes para garantizar la seguridad de las víctimas o la presencia en juicio del procesado, pues no excluyen de forma absoluta los riesgos que la medida cautelar adoptada consigue evitar». Solicitó la libertad para poder estar al día en su negocio como promotor inmobiliario, si bien la Audiencia de Zaragoza ni entró a valorar esta cuestión. Inocencio L. G. permanece en el centro penitenciario de Zuera desde el 22 de junio del año pasado tras declarar en el juzgado de guardia por la violenta agresión que había cometido dos días antes cuando entró por la noche en la casa de su exesposa y casi acaba con la vida tanto de ella como del amigo de la misma.

PRIMERA DECLARACIÓN

Aunque en su primera declaración judicial no dio muchos detalles, meses más tarde pidió volver a estar en presencia de la jueza instructora para dar su versión de los hechos. Afirmó, tal y como publicó este diario, que «perdió el juicio» al saber que estaba ahí con otra persona.

Quiso justificar su presencia en la vivienda, relacionándola con la preocupación que tenía sobre el paradero de sus hijos. Inocencio L. G. aseveró que no veía al más pequeño desde hacía tres semanas y que se enteró por el otro menor que estaba durmiendo en casa de unos amigos. «Quería hablar con ella porque no me parecía bien que estuviera todos los fines de semana en domicilios ajenos», señaló.