Un hombre de 55 años provisto de una barra de hierro entró ayer por la mañana en la sede central de Ibercaja en Huesca, en el Coso Alto, y produjo graves daños materiales en su interior antes de ser detenido por agentes de Policía. El suceso tuvo lugar sobre las 11.50 horas, cuando los empleados atendían a los clientes de la oficina en las distintas mesas y mostradores.

El sospechoso se dirigió nada más llegar a los empleados y clientes para asegurarles que no tenía intención de provocar ningún daño a las personas y que su ira tenía como objetivo destrozar el interior de la entidad. "Ustedes tranquilos, solo vengo a romper cosas", declaró el hombre, según manifestó un testigo presencial.

ESPERÓ A LA POLICÍA Durante unos minutos, el presunto autor de los hechos destrozó ordenadores, mesas, cristales y otros objetos, sin dirigirse en ningún momento contra las personas que se encontraban en el interior.

Posteriormente, el sospechoso se sentó en la mesa de uno de los empleados para esperar la llegada de los agentes. El presunto agresor se negó a explicar a los empleados sus motivos y se limitó a explicar su intención de manifestarlos solo en el juzgado.

El sospechoso, que los empleados de la entidad no identificaron en un primer momento como cliente habitual, se entregó sin oponer resistencia alguna a los agentes que acudieron a la entidad al recibir la llamada de auxilio. Ahora, el autor del insólito ataque se someterá a un examen psicológico.