Walter Gerome Carvajal de la Rosa, el ciudadano francés que en el 2003 mató a tiros a un socio suyo en Aler, cerca de Graus, compareció ayer ante la Sala de lo Penal de Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) para reclamar que la Justicia rebaje la condena que se le impuso en el 2016: 18 años y tres meses de cárcel por asesinato y tenencia ilícita de armas.

La abogada María Flores solicitó que, en su lugar, se anule el juicio de jurado que vio el caso en Huesca o se le apliquen una serie de atenuantes «muy cualificadas», de forma que la condena se reduzca a seis años.

«La atenuante de confesión se aplicó como simple, pero reúne condiciones para que se haga como muy cualificada porque mi defendido ayudó voluntariamente en todo momento y desde el principio a los investigadores», argumentó la letrada.

Asimismo, pidió que se tengan en cuenta otras atenuantes no contempladas, como dilaciones indebidas (13 años entre el hecho y el juicio) y legítima defensa, lo que supondría calificar el hecho de homicidio, miedo insuperable y alteraciones psíquicas. En su opinión, el crimen no se cometió alevosamente.

Sin embargo, el fiscal impugnó el recurso en su totalidad y pidió la plena confirmación de la sentencia «por estar plenamente ajustada a Derecho». El ministerio público sostuvo que la apelante trataba de variar un objeto del veredicto bien construido basándose en «impresiones subjetivas» sobre los hechos realmente ocurridos, sin aportar material probatorio.

La víctima del crimen de Aler fue el ciudadano holandés Johannes Everardus Engel, que llevaba negocios inmobiliarios con el acusado, el cual regentaba una agencia en Graus. En el 2003, el primero fue a ver al acusado con el fin de que le pagara una deuda y este le disparó cuatro veces con una pistola y le ocasionó la muerte en el acto. Después, Carvajal, de 64 años (50 en el momento de los hechos) arrojó su cadáver en un camino rural de Alfarrás, en Lérida.

traumatismo craneal // Tras su detención, estuvo cinco años en prisión sin juicio y aprovechó su puesta en libertad para huir al Caribe, desde donde escribía tarjetas postales a la Audiencia de Huesca saludando jocosamente a los magistrados. En septiembre del 2016 fue detenido en Toulouse, Francia, y entregado a las autoridades españolas para ser juzgado ese mismo año.

María Flores señaló ayer que Carvajal había sufrido un grave accidente de tráfico en los años 80, que le dejó como secuela un traumatismo craneoencefálico que explican sus problemas mentales. Para justificar la atenuante de miedo insuperable aseguró que la víctima llevaba una navaja en el bolsillo con la que pretendía atacarle. Además, manifestó que la posesión de una pistola se debía a que años atrás Carvajal había sufrido las amenazas de un banda de nigerianos. Por estos motivos reiteró que se anule el juicio o se baje la pena a seis años.