Un hombre de 50 años mató en la tarde de ayer en Binéfar a su padre nonagenario clavándole un arma blanca en el cuello. El suceso se produjo sobre las seis de la tarde. Después de cometer el crimen, su autor salió a la calle ensangrentado, entró a una tienda de informática situada en frente y confesó a los empleados lo que acababa de hacer.

Los hechos sucedieron sobre las seis de la tarde, en el domicilio familiar, situado en el número 34 de la calle del Primero de Mayo.

Los trabajadores del comercio dieron aviso a la Policía Local, que se presentó en el establecimiento y detuvo al presunto parricida. A continuación llegaron efectivos de la Policía Judicial de la Guardia Civil.

La casa del suceso fue inmediatamente acordonada mientras los expertos de la Benemérita recogían pruebas en el lugar de los hechos.

Fuentes vecinales comentaron que el supuesto autor padecía una serie de problemas psiquiátricos desde hace varios años. Tiene dos hermanas que no residen en Binéfar.

Cuando las fuerzas de seguridad llegaron a la tienda, se encontraron con que el presunto parricida se había sentado en un banco, donde lanzaba lamentos. Por este motivo, fue trasladado al centro de salud de la localidad, donde recibió asistencia médica, pues presentaba una herida en una mano .

MANCHAS DE SANGRE // El suceso causó una honda conmoción en la ciudad, de casi 10.000 habitantes, donde la familia protagonista de la triste historia es muy conocida.

Al parecer, el agresor nunca había dado que hablar y la vida transcurría con normalidad en su domicilio. El propio alcalde binefarense, Alfonso Adán, señaló que el suceso había provocado una auténtica «conmoción» entre los vecinos de una población «muy tranquila» y con una «muy buena convivencia».

Un residente manifestó que cuando el autor del hecho salió a la calle iba en pantalón corto y llevaba manchas de sangre. Él mismo solicitó a los empleados de la tienda de informática que se pusieran en contacto con las fuerzas de seguridad y les comunicaran lo que acababa de suceder.

Antes de ser trasladado al centro de salud, el supuesto parricida permaneció en el interior de un vehículo radiopatrulla, en tanto se elaboraba el atestado.

Por otro lado, la calle, que es la antigua travesía urbana de Binéfar, fue cortada al tráfico durante unas horas, mientras se procedía al levantamiento del cadáver.

La localidad era ayer por la tarde un hervidero de rumores y comentarios de todo tipo. La mayoría de los vecinos estaban extrañados por este desenlace, pues desconocían los problemas psíquicos del presunto autor.

Este ingresó en dependencias de la Guardia Civil para la toma de declaración y en breve será puesto a disposición del juez de guardia.