La memoria histórica y el recuerdo por las víctimas de la guerra civil y la dictadura franquista volvieron ayer al cementerio de Torrero en Zaragoza. Un buen número de ciudadanos, formaciones políticas de izquierda y miembros de agrupaciones memorialistas se sumaron a la convocatoria de la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica de Aragón (ARMHA) para pedir «reparación por el daño causado».

Entre ellos, el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, Fernando Rivarés, quien calificó el acto como «una reivindicación básica de los derechos fundamentales» y lamentó que Europa siga embarcada en procesos bélicos y que se amparen situaciones que perpetúan «el dolor» de los ciudadanos.

Como en anteriores ediciones de este homenaje, los ciudadanos colocaron flores rojas sobre el monumento a los fusilados en el camposanto y también en la tapia en la que se producían las ejecuciones de los represaliados.

La cita, que suele coincidir con el 14 de abril, se adelantó por la celebración de la Semana Santa.Mientras, el Gobierno de Aragón estuvo presente ayer en un acto similar por la República en Ejea y hoy lo hará, por separado, en el cementerio de Torrero.