POR

ADRIANA OLIVEROS

Música en el fondo y en la forma. Así fue el homenaje que la gente del solfa rindió ayer al compositor Angel Oliver por su 65 aniversario, en un acto celebrado en el Centro Cultural de la CAI de Zaragoza en formato charla, concierto y presentación discográfica. Fue el protagonista y sus compañeros de profesión. Fueron músicos. Fueron amigos e invitados de lujo. Y un público que llenó unos 250 asientos del salón de actos. Ya a primera hora se auguraba el éxito del evento. Antonio Abad, responsable de Cultura de la CAI, fue recibiendo a los coorganizadores de la cita: Manuel de la Riva, de Juventudes Musicales, Gonzalo Borrás, de la Institución Fernando El Católico, José Luis Azón, de Zaragoza Cultural, y su tocayo Sáenz Benito, jefe de servicio de la DGA. Entraban y salían Víctor Rebullida y Carlos Satué, compositores encargados de perfilar la semblanza del homenajeado. Y la lupa les paró para una foto, con presencia de su colega José Manuel Montañés y de Santiago Sancho, amigo de la infancia de Oliver (con quien se reencontró tras 50 años) y también del entrañable lldefonso Manuel Gil. En la sala, tomaban asiento ya otras gentes bien afinadas. El crítico musical Javier Aguirre, músicos como Pablo Lleida y Marta Güeto, el compositor Luis Pedro Bráviz... El productor artístico del disco, Daniel Ríos, intercambiaba palabras con Albert Nieto, pianista del mismo y de la velada al completo. Una larga presidencia tomó la palabra para hablar de Oliver, zaragozano de Moyuela, y músico de vocación no tan conocido en su tierra natal, a pesar de sus múltiples éxitos. Ayer su figura fue ensalzada. Y su Integral para piano hará el resto, ya grabada y disponible.