Walter Jerôme Carvajal, el homicida que se fugó al Caribe tras ser anulado el primer juicio al que se enfrentó por el crimen de un ciudadano de origen holandés en el pequeño núcleo rural de Aler, aseguró ayer ante el jurado popular que lo vuelve a juzgar que solo trató de defenderse.

En la primera de las jornadas de la sesión que se sigue en la Audiencia de Huesca por el asesinato registrado en Aler en abril del 2003, Jerôme Carvajal manifestó que no se fugó por huir de la Justicia sino porque, necesitaba «curarse» de las dolencias que padecía y no recibía tratamiento alguno.

Este acusado, informó Efe, fue juzgado en abril del 2006 por la Audiencia de Huesca y condenado a 18 años de prisión por el presunto asesinato, a tiros de pistola, de Johannes Everandus Engel, quien le reclamaba el pago de una deuda.

Esta sentencia fue anulada un año después por el Tribunal Supremo al entender que en el veredicto del jurado no se había motivado suficientemente la agravante de alevosía ni el tipo agravado reclamado por el fiscal en relación con los delitos de tenencia ilícita de armas.

En su auto, el Supremo ordenó, asimismo, la puesta en libertad de Jerôme Carvajal ya que había transcurrido el tiempo máximo de prisión provisional que se le podía imponer, dos años más otros dos de prórroga.

En febrero del 2008, el procesado no compareció en el nuevo juicio al que había sido llamado, y unos años después envió una carta a la Audiencia de Huesca desde la isla de Guadalupe, en el Caribe, para comunicar que se encontraba «bien» y que no regresaría hasta poder recibir un «juicio justo».

Jerôme Carvajal, detenido el año pasado en Francia, protagonizó ayer un tenso interrogatorio ante los miembros del jurado popular, a los que aseguró que se limitó a defenderse de una agresión inminente por parte de la víctima. «Disparé no para matar sino para vivir», subrayó, e insistió en que lo hizo sin casi poder reaccionar después de que el fallecido le dijera que le iba a «reventar» y se echara la mano a un bolsillo en el que supuestamente guardaba una navaja.