El Clínico sustituyó las dos torres de refrigeración que causaron el brote de legionela del 2004 por un sistema de refrigeración subterránea. La administración sanitaria optó por cambiarlas por este mecanismo cuya virtud radica fundamentalmente en que se trata de una opción cerrada y, por lo tanto, no existe salida de agua al exterior en forma de aerosoles, con lo que desaparece la forma habitual de propagación de la legionela. Según la asociación Defensa de la Calidad Sanitaria, existe la posibilidad de que, si se usa agua sanitaria contaminada por legionela, pueda originar "un brote epidémico" en las torres de refrigeración que todavía funcionan: las dos de policlínicas o de Consultas Externas, que fueron analizadas la pasada semana precisamente de legionela.