El aeropuerto de Huesca cerró el 2011 con un total de 2,781 pasajeros, un 52,9% menos que el año anterior (tuvo 5.906) y casi un 60% menos que en el 2009. Pero lo más preocupante para la terminal oscense es su presente. Sin la compañía Pyrenair acercando esquiadores al Pirineo después de que esta temporada haya decidido suspender su actividad y con el vuelo de Londres del Grupo Aramón desviado a Francia, los únicos pasajeros que se pueden contabilizar son los de vuelos privados. Y son escasos. Por eso está ya entre los peores de España y al borde del abismo.