El Instituto Aragonés del Agua (IAA) ha finalizado los trabajos de limpieza del abastecimiento de agua potable de Boquiñeni, afectado por la fuga de gasóleo desde unos depósitos industriales abandonados, durante la última crecida del Ebro.

Las analíticas finales para verificar que el agua es de nuevo apta para el consumo las realizará Salud Pública, para su comunicación definitiva al Ayuntamiento de Boquiñeni, tras haberse llevado a cabo durante los trabajos un centenar con resultados favorables, según informa el Gobierno de Aragón en una nota de prensa.

Las labores han consistido en la reparación de los tres depósitos, la reconstrucción de la planta potabilizadora, la limpieza integral de la red general de distribución de agua potable y cada una de las tomas de todos los domicilios, casa por casa.

Para la fase de limpieza de la red general, de unos 6 kilómetros de longitud, se utilizó un sistema pionero, conocido como 'ice pigging', consistente en inyectar hielo picado y sal en la red que produce un efecto desincrustante muy superior al de los drenajes con agua u otros sistemas convencionales.

El gasóleo, junto con otras sustancias y suciedad, es arrastrado al pasar una gran columna de hielo por la propia red, eliminando estas sustancias por los desagües habilitados al efecto.

"Es un método rápido, efectivo y respetuoso con el medio ambiente, sin ningún componente químico", como ha explicado Alfredo Cajal, director del IAA.

Para la exhaustiva limpieza domiciliaria se ha aplicado agua caliente que por temperatura y fuerza de arrastre, que también elimina los hidrocarburos.

La limpieza de los depósitos se llevó a cabo aplicando agua a las paredes con una presión de 2.000 kilogramos por centímetro cuadrado, lo que permite el decapado interior, rompiendo los poros donde se alojaba el gasóleo, y posteriormente se ha aplicado un nuevo recubrimiento de impermeabilización con lámina de PVC sanitaria, según se explica en la nota de prensa.

El gasóleo que afectó a la red municipal de abastecimiento de Boquiñeni empezó a salir a la superficie de los depósitos de una fábrica de piensos abandonada, a apenas 20 metros de la planta potabilizadora de esta población.

Una vez que el combustible salió a la superficie, la corriente de agua lo trasladó hasta los depósitos de la planta potabilizadora, y de ahí paso a la red.

Durante el tiempo que ha durado la operación de limpieza, los vecinos de Boquiñeni se han podido abastecer a través de los depósitos provisionales de agua potable, que colocó la empresa pública Sarga.