La localidad turolense de Cretas celebró ayer la reapertura de la iglesia de la Asunción, en una ceremonia que contó con la asistencia de uno de sus vecinos más ilustres, el cardenal y arzobispo de Barcelona Juan José Omella. De hecho, la plaza de la Iglesia se ha rebautizado con su nombre, y Omella pudo inaugurar también la placa que lo certifica.

La iglesia de la Asunción se cerró al culto en el 2014, cuando las humedades comenzaron a provocar desprendimientos que ponían en peligro a los feligreses. Tras una inversión de 145.000 euros por parte de la Diputación Provincial de Teruel se ha asegurado la estructura y en un futuro se espera restaurar también la torre campanario, lo que según el alcalde de la localidad, Fernando Javier Camps, redundará no solo en el disfrute de los feligreses sino en el de los turistas.

El cardenal Omella estuvo presente durante toda la jornada de celebración, que concluyó con una comida popular para más de 300 personas. Al festejo acudieron también el arzobispo de Zaragoza, Vicente Jiménez, los dos vicepresidentes de la Diputación Provincial de Teruel, Joaquín Juste y Luis Carlos Marquesán, y representantes de las Cortes de Aragón, del Congreso de los Diputados y del Senado.

El alcalde del municipio resaltó la trascendencia de la actuación, «que era muy demandada por los vecinos que han visto cómo su Iglesia ha permanecido más de tres años cerrada».

Un periodo de tiempo «en el que los cretenses hemos aportado nuestro grano de arena para que la actividad normal que se desarrollaba en ella pudiera verse continuada» y cuyo esfuerzo, añadió, «hoy (por ayer) se ve recompensado con la reapertura del templo en unas condiciones perfectas para que vuelva a ser el principal lugar de culto y también de atracción de turistas».

Camps también quiso destacar que el homenaje que le brindó Cretas a Juan José Omella es «un reconocimiento a uno de nuestros vecinos más ilustres», que «siempre ha mostrado su orgullo por descender de nuestra localidad, que es un perfecto embajador de las bondades de nuestra localidad y del que todos los cretenses nos sentimos tremendamente orgullosos».

Para la reapertura del templo ha sido necesario acometer trabajos durante cuatro meses en los que se ha rehabilitado integralmente la tabla de la cubierta para evitar filtraciones y desprendimientos que pusieran en peligro a las personas que accedían al templo, y también la propia integridad del espacio religioso, informó la Diputación Provincial de Teruel.