Inauguración al aire en Romareda

POR ADRIANA OLIVEROSDecía todo el mundo que, en cuanto acabara la Expo, llegaría el bajón... Y toma bajón, que solo el jueves la que suscribe contabilizó cuatro buenas fiestas en Zaragoza. Una de ellas tenía además un componente de valentía añadido, por aquello de que inaugurar terraza a final de septiembre podría estar considerado como deporte de riesgo. Pero la idea funcionó, al menos en la inauguración, y más de 300 personas se sumaron a la apertura de lujo del Bossa Bar en la Romareda. Un establecimiento de ocio que pretende ser lugar de encuentro desde el desayuno a la copa de las dos de la madrugada, además de ofrecer cenas ligeras, aperitivos y lo que uno quiera. Para darle la bienvenida se desplegó una gran alfombra roja. Sobre ella, escenario montado, canapé, copeteo, mucho ambiente... Y, acción. Unas luces de neón proyectadas en el cercano edificio del Rogelio´s guiaban a los invitados (y a los curiosos que disfrutaron la fiesta desde fuera) hasta la entrada del sarao. Y, por allí andaban, recibiendo al incondicional, los responsables del lugar: el empresario Marcos Bellvis (de la saga del inventor de la fregonas, que fue su abuelo) y su socio, Juan Pablo García. Ellos quisieron dar ritmo a la noche, hilvanada por capoeiras y por Pilar Mármol y su equipo de bailarinas (y cheerleaders del CAI). Pero también cosechó la fiesta buen fervor popular. Porque allá que fueron desde el senador José Atarés, a los parlamentarios Gustavo Alcalde y Antonio Suárez, pasando por Eloy Suárez, Sebastián Contín, Juan Pedro Carrasco, Manuel Blasco... Tampoco su tocayo, Manu Blasco (el teniente de alcalde y del PAR) faltó al convite, en el que había desde gente de empresa, como el propio Emilio Bellvis (padre de Marcos), y Rafael Zapatero, de Cepyme, a exatletas, como Luis María Garriga, el teniente de alcalde Pérez Anadón, o invitados de moda, como Gabriel Morales, Fina, de Tarín, Eloy Pérez, o Ángel Lecumberri, de Azul. Y también Fernando Zorita y