Un incendio que podría ser intencionado destruyó en la madrugada de ayer cuatro vehículos estacionados en el recinto del Centro Canino Aragonés, ubicado en las inmediaciones del barrio de La Almozara, de Zaragoza. No se produjeron daños personales, pero varios animales resultaron intoxicados por el humo.

Los responsables del centro creen que el suceso podría estar relacionado con el reciente sacrificio de una perra «agresiva» recogida en la calle, hecho que recibió fuertes críticas en las redes sociales. La Policía Científica del Cuerpo Nacional de Policía ha abierto una investigación para determinar las causas del fuego.

El incendio se inició sobre las cuatro de la madrugada y fue precisa la intervención de los Bomberos de Zaragoza, que tardaron dos horas en sofocar las llamas. El fuego dejó inservibles cuatro vehículos, entre ellos la furgoneta empleada para la recogida de animales abandonados en las calles le la capital aragonesa. Ardieron además tres coches, uno de ellos nuevo.

UN CENTENAR DE PERROS // En el centro canino residen varias personas que no se vieron afectadas, y tampoco se registraron víctimas entre los cien perros que en esos momentos se hallaban acogidos en el recinto. «Ha habido mucha suerte porque las llamas se han producido detrás de la casa y el cierzo las ha empujado hacia el exterior», manifestó ayer un trabajador de la Oficina Municipal de Protección Animal.

«Días antes de que ocurriera el incendio hemos sido objeto de amenazas e insultos en las redes sociales», precisó la misma fuente, que aseguró que la perra sacrificada había mordido a una niña en el barrio Oliver antes de ser recogida en las calles. «Era agresiva y se abalanzaba sobre los cuidadores cuando le llevaban la comida», añadió la misma persona.

Finalmente, indicó, una veterinaria determinó que el animal era «irrecuperable» y se ordenó que fuera sacrificado. «Antes de eso, la perra estuvo ingresada 21 días en otro centro existente en Peñaflor y nadie se interesó por ella», subrayó.

El Centro Canino Aragonés cuenta con capacidad para un centenar de animales. Además, dispone de otra instalación que hace las veces de guardería y se encuentra situada en el Club de La Almozara, con otras 25 plazas. Se da la circunstancia de que los responsables del servicio de recogida, que está externalizado, residen en el recinto que sufrió el incendio. Estas personas manifestaron que sintieron «miedo» cuando vieron arder los vehículos, pues pensaron que las llamas afectarían a todo el recinto.