El incendio que provocó la destrucción de la fábrica de la empresa de plásticos Simop, en Bujaraloz, el pasado 14 de julio se originó de forma fortuita. Así lo comunicó ayer la aseguradora Liberty, que se encarga desde entonces de la evaluación y compensación del siniestro. Al parecer, una de las máquinas de producción de los depósitos de poliéster, situada en la nave 3 (cuenta con tres espacios, uno de ellos de oficinas), fue el punto de inicio del fuego. Concretamente, su origen tuvo lugar en el cuadro eléctrico principal del propio aparato.

Los trabajos de desescombro de la fábrica, donde trabajaban alrededor de 30 personas en ese momento, comenzaron el pasado lunes. Allí se ha acercado también personal de la aseguradora para investigar lo sucedido. La compañía ya ha iniciado el proceso de compensación a Simop para que la fábrica pueda retomar sus actividades lo más ágilmente posible.

La nave, donde se fabricaban depósitos de PVC, ubicada en el polígono industrial de la salida de Bujaraloz, en la A-230, quedó totalmente devastada después del incendio.

Varias dotaciones de bomberos de toda la provincia acudieron al lugar del siniestro para controlar las llamas, un trabajo se extendió por espacio de tres horas debido a la potencia del cierzo y a la inflamabilidad de los materiales afectados por el fuego.