Un agente de la Policía Nacional volvió a nacer el pasado 28 de octubre del 2013, después de que una de las puertas del Juzgado de Guardia de Zaragoza se desplomara sobre él. Por suerte o por acción de los santos Ángeles Custodios -patrones del cuerpo- la hoja metálica de 20 toneladas tan solo le lesionó una pierna. Ayer, los responsables de estas obras en la Ciudad de la Justicia fueron condenados a indemnizar al agente con 20.000 euros como autores de un delito de lesiones por imprudencia.

Así lo dictaminó en una sentencia in voce la titular del Jugzado de lo Penal número 3 de Zaragoza, Milagro Rubio, después de que las partes implicadas llegaran a un pacto. La Fiscalía y la abogada de la víctima, Olga Oseira, aceptaron retirar la petición de seis meses de prisión e inhabilitación contra los encausados, Jesús Eugenio G. B., Guillermo M. F., Sergio L. M. y Jorge M. S. a cambio de que se hiciera efectiva la solicitud inicial de 20.000 euros de indemnización. Acuerdo que no fue fácil, principalmente, porque las aseguradoras no se ponían de acuerdo sobre quién era el responsable de que se produjera este siniestro. Lo pudo comprobar la propia magistrada que se vio obligada retrasar tres cuartos de hora la vista oral.

Junto al pago de la indemnización, de la que es responsable civil subsidiario Zaragoza Expo Empresarial, los encausados tendrán que pagar, cada uno, 720 euros en concepto de multa por el delito que fueron condenados.

Finalmente, estos trabajadores asumieron los reproches de las acusaciones, quienes señalaron desde el primer momento que entre sus funciones estaba la comprobación de la correcta colocación de las puertas.

PROBLEMAS

De hecho, resaltaron que hubo reuniones entre las diferentes empresas participantes en las obras en las que fueron informados de las deficiencias que habían apreciado en el diseño de las mismas, relativas al excesivo peso, los perfiles, las ruedas o la escasa separación entre los paños. Ninguno de los acusados decidió cambiar el proyecto inicial, apunta el ministerio público.

De hecho, una vez montadas las puertas, acordaron retirarlas y desecharlas al no estar perfectamente repasadas conforme a las directrices que habían dado en el taller. En junio del 2013 volvían a estar colocadas y cuatro meses después se desplomaba sobre el agente que procedía a cerrar una de ellas, tras haber salido un autobús de la Guardia Civil con reclusos de Zuera.

Como consecuencia de ello, sufrió un traumatismo en la pierna derecha y varias fracturas que le obligaron a estar de baja 247 días. Actualmente tiene limitada la movilidad de flexión, si bien puede continuar su labor como agente del Cuerpo Nacional de Policía.