En los foros de internet que se ocupan de la información deportiva son numerosos los comentarios de quienes apuestan el alma (el dinero no, claro) por la salvación del Zaragoza. Estos superoptimistas creen que la recuperación está a la vuelta del mercado de invierno, en cuanto la SAD fiche un delantero goleador, un medio punta y algún otro refuerzo. Es más, con todo lo que ha caído sobre el equipo del león que parece un cavallino, los fanáticos buscan las causas del declive actual no dentro sino fuera de la sociedad que posee y preside Agapito Iglesias. La culpa es de los árbitros y, en última instancia, de los periodistas, que no tenemos voluntad ni bemoles para clamar contra las injusticias y las conspiraciones que padece nuestro Real Zaragoza. El otro día leí a varios espontáneos, según los cuales los árbitros en cuestión nos joden a posta a). porque Villar, el jefe de la Federación Española de Fútbol nos tiene manía o b) porque el Madrid quiere hundirnos y los trencillas hacen lo que quieren los mandamases merengues.

Flipes aparte, buceando en internet compruebo que en Aragón y su inmortal capital hay muchos incondicionales del oficialismo, o bien los mandaos que tienen los jefes (tanto políticos como futboleros) hacen horas extra currándose las webs para meter comentarios a favor de sus señoritos mañana, tarde y noche. Si no, no se explica tanto jabón y tanta autoestima.

Yo pensaba que a estas alturas incluso los forofos más acríticos se habrían dado cuenta de lo que pasa, pero no sé... Es curioso comprobar cómo la gente va bajando sus expectativas, y cuando la Champions es inalcanzable se conforma con ver al equipo en Primera, o que vuelva a subir si baja, o que la salvación sea posible... Es como un ensayo en lo irrelevante (el fútbol) para aprender a encajar golpes más duros; o sea, la crisis y el ajuste. Si te conformas con que tu equipo del alma sea una pena, tal vez también te sometas cuando te bajen el sueldo o te manden al paro.

En cualquier caso, hago votos por la salvación del Zaragoza. Su quiebra (casi segura si se cae otra vez a Segunda) sería ruinosa para los medios... y para los periodistas. Cruzo los dedos, pues. Pero no me los chupo, ¿eh?