Trabajadores y usuarios volvieron a mostrar ayer su indignación ante una nueva jornada marcada por la saturación del servicio de Urgencias del hospital Miguel Servet, de Zaragoza. El colapso, que ya había obligado a varias personas a pasar la noche en los pasillos de la sala de boxes, continuó a lo largo de la mañana, con más de 20 camas en esa ubicación.

En este sentido, los trabajadores volvieron a denunciar una situación "caótica" que "dificulta nuestro trabajo y empeora la atención al usuario". De hecho, el sindicato de enfermería Satse ha solicitado una evaluación de riesgos psicosociales de los trabajadores del servicio de Urgencias. "El cambio de las condiciones de trabajo, motivado por la frecuente saturación, está afectando a los profesionales incluso en el apartado físico, ya que se sienten agotados", indicaron desde el colectivo.

Mientras, Sanidad sigue sin considerar la emergencia de la situación suficiente como para proceder a la apertura de la segunda planta de Traumatología, que continúa cerrada a pesar de la saturación en pasillos y salas de observación. Sin embargo, es posible que en las próximas horas se habiliten camas en alguna otra ubicación del centro hospitalario de la capital aragonesa.