La Asociación Cultural Nogará-Religada, el Estudio de Filología Aragonesa, la Sociedad Lingüistica Aragonesa y una docena de hablantes del aragonés, entre los que figura el escritor Ánchel Conte, emitieron un comunicado en el que mostraron su "preocupación" por la recién creada dirección general de Política Lingüística del Gobierno de Aragón.

El texto carga contra los "modelos caducos" impulsados por Educación. "Pretenden certificar la competencia lingüística del profesorado de aragonés con un diploma cuyo desarrollo curricular, si bien contiene un acercamiento a su realidad sociolingüística, en absoluto garantiza el aprendizaje de la lengua y mucho menos el dominio necesario para su enseñanza, algo imposible en siete meses", sostienen.

Por ello, reclaman un "cambio de rumbo cuando aún estamos a tiempo de salvar esta lengua, dignificarla y garantizar los derechos de sus hablantes". En ese sentido, creen "imprescindible" para la supervivencia del aragonés "un proceso de normalización y normativización de las variedades patrimoniales que todavía mantienen su uso social, así como de un modelo de lengua común, elaborado científicamente a partir de la dialectología comparada, que reconozca y aglutine las variedades locales y comarcales".