Los bares aragoneses se han convertido en espacios libres de humo sin traumas y sin problemas de convivencia, al menos a tenor de los primeros datos tras la aplicación del endurecimiento de la ley antitabaco. Las primeras inspecciones realizadas ayer mismo han constatado el elevado cumplimiento de la normativa, a excepción de algunas deficiencias en la señalización de algunos establecimientos --en todos los bares debe haber un cartel en el que se indique que es un espacio libre de humo--. Por el momento, Salud Pública no tiene constancia de que ningún ciudadano haya presentado formalmente una denuncia.
La barra de los bares se ha convertido en el escenario de numerosos debates, pero el respeto a la norma es la tónica general y el humo se ha trasladado a las puertas de los establecimientos. Por el momento, no ha sido necesario apelar a las sanciones, que pueden oscilar para las infracciones leves de 30 a 600 euros, para las infracciones graves de 601 hasta 10.000 euros y para las infracciones muy graves desde 10.001 hasta 600.000 euros.
"Nuestro objetivo no es sancionar, sino que se cumpla la ley", explica el director general de Salud Pública, Francisco Javier Falo, quien confirmó que ayer mismo ya se realizaron las primeras visitas de los inspectores a los establecimientos hosteleros. Estas inspecciones constataron un elevado cumplimiento de la norma que se está llevando a cabo con "normalidad y naturalidad". Las principales deficiencias se han detectado, no en lo sustancial de la ley --es decir, no se fuma--, sino en la señalización obligatoria que deben mostrar los locales y que todavía no se ha colgado en algunos de ellos. La cartelería está disponible desde el pasado 29 de diciembre en la web del Departamento de Salud (www.aragon.es).
Por el momento, la amenaza de una multa cuantiosa es más que suficiente para que los hosteleros se hayan concienciado en la necesidad de cumplir la nueva ley. De hecho, pasadas las doce de la noche del día 2 de enero algunos camareros ya avisaron a sus clientes de que apagasen los cigarrillos, con el argumento de que se había corrido la voz de que esa misma noche iba a haber inspecciones. Sin embargo, la realidad es que los 200 inspectores de Salud Pública van a incluir esta tarea como una más en su quehacer diario y no se incrementarán específicamente las visitas a los establecimientos de hostelería.
DENUNCIAS Los propios ciudadanos serán los principales agentes que velarán por el respeto a la ley, dado que podrán denunciar cualquier incumplimiento. La propia web sobre la normativa (www.aragonsinhumo.com) incluye un formulario de denuncia, que se puede presentar en cualquier registro de la administración y también en las oficinas de correos por procedimiento administrativo. Esta se dirigirá al Servicio Provincial del Departamento de Salud y Consumo del Gobierno de Aragón. No es necesaria la ayuda de un abogado ni tiene un coste económico para el denunciante. Consiste en describir los hechos ocurridos en el modelo de denuncia, pero, eso sí, habrá que dar la cara. "No vamos a entrar en la dinámica de las llamadas anónimas de denuncia. Las denuncias que se presenten deberán ir respaldadas por el nombre y apellido del ciudadano, que obviamente se mantendrá en el anonimato. Nos comprometemos a investigar todas las denuncias, pero pedimos también un compromiso por parte del denunciante", explica Falo.
Para asegurar que la prohibición se cumple en los alrededores de colegios, parques infantiles y hospitales, Salud Pública está manteniendo conversaciones con las entidades locales para que la Policía Local o la Guardia Civil, en el caso de los pueblos, se haga cargo de velar por que el veto al tabaco se cumple. "Nosotros no tenemos competencias para pedir a un ciudadano que se identifique", indica Falo.
Algunas asociaciones de consumidores están ya recibiendo las primeras quejas de los ciudadanos, aunque en la mayoría de los casos no se han plasmado en denuncias formales. En el primer día laborable de la entrada en vigor de la ley FACUA ha recibido 311 quejas en España, sobre todo en Madrid.
