La integración de los niños de distintas culturas que viven en España es el tema central de una serie de minireportajes que está grabando el equipo de Los Lunnis para emitirlos a partir del 15 de septiembre y que los últimos días se centró en Aragón.

A principios de la semana pasada, estos televisivos personajes llegaron al municipio de Morata de Jiloca, en la comarca Comunidad de Calatayud, donde conocieron la historia de Sophi, una joven inglesa de 10 años que desde hace tres vive allí. Después, Los Lunnis se desplazaron a la localidad turolense de Aguaviva, para conocer el caso de una niña uruguaya.

Esta joven, que procede de la ciudad de Birmingham, ha tenido que adaptarse a un tranquilo municipio de poco más de 300 vecinos. "Cuando hablamos de inmigración lo asimilamos a los barrios de las ciudades, pero lo cierto es que cada vez es más importante en el medio rural. De hecho, allí existe una mayor integración, porque hay más contacto y los inmigrantes aprenden antes el idioma y las costumbres del lugar", asegura Carmina Roig, directora del proyecto televisivo.

Analizar distintos casos y mostrar a los niños que existen otras culturas y que hay que respetar e integrar es el propósito de este proyecto denominado misamigosmundo.es, que ya ha recorrido pueblos y ciudades de Andalucía, País Vasco, Madrid y, recientemente, de Aragón.

Para este ciclo de reportajes se ha creado un nuevo personaje, llamado Luna, que representa a la niña viajera, curiosa, que le encanta hacer amigos, según sus creadores.

En Morata de Jiloca las grabaciones coincidieron con la fiesta de San Isidro, por lo que Luna pudo participar también en la procesión y compartir la celebración con Sophi junto a otros vecinos de la localidad, algunos originarios de allí y otros procedentes de distintos puntos del mundo, sobre todo, Argentina.

Carmina Roig señaló que la llegada de niños procedentes de otros países permite también en las zonas rurales mantener abiertos los colegios, que de lo contrario se verían obligados a cerrar por la falta de alumnos, así como revitalizar estos municipios.

Una circunstancia que contrasta con lo que sucede en las ciudades, donde suele agruparse a la comunidad inmigrante en colegios. "En Madrid vimos un colegio donde todos los alumnos salvo uno eran extranjeros", explicó la directora del programa. Mientras hay colegios casi exclusivos de españoles, hay otros con un 90% de población extranjera, algo que, según Roig, no es muy esperanzador, porque puede dar lugar a la creación de guetos. "Tenemos un ejemplo cercano en Francia", concluyó.