El Ministerio del Interior ha reconocido que escoltó a la mujer del ministro, Jorge Fernández Díaz, en un viaje privado que efectuó el pasado mes de abril desde la estación del AVE de Zaragoza a la localidad navarra de Fitero, lugar donde mantiene vínculos familiares. La escolta de la cónyuge, que tuvo trato VIP y en el cargo que la identificaba como Esposa, generó malestar en ámbitos policiales y contraviene la instrucción 3/2012 de la secretaría de Estado de Seguridad por la que se rigen los servicios públicos de protección de personas.

El ministerio admite en una respuesta parlamentaria al diputado de CHA en el Congreso, Chesús Yuste, que tal y como informó EL PERIÓDICO, sí hubo escolta para la esposa del ministro, Jorge Fernández Díaz, en un viaje privado y en el que ni siquiera acudía el titular de Interior. La respuesta es escueta e incompleta ante los requerimientos formulados por Yuste, pero es significativa, ya que indica que este tipo de servicios vienen prestándose "ininterrumpidamente desde el año 1979, adaptándose el mismo a la valoración de la amenaza existente en cada momento y a la actividad de que se trate. Se tiene particularmente en cuenta además, las características del desplazamiento y de la zona a visitar (Comunidad Foral de Navarra)".

Sin embargo, el propio ministerio de Fernández Díaz, a través de la secretaría de Estado de Seguridad, ordenó mediante la instrucción 3/2012 la reducción de servicios de este tipo. Y la respuesta formulada a Yuste, en la que se indica que se tiene en cuenta que la visita es a Navarra, comunidad especialmente castigada por el terrorismo de ETA en años anteriores, contradice precisamente esa orden, en la que se indica: "durante los últimos años, la progresiva disminución de la capacidad operativa de la banda terrorista ETA ha llevado aparejada una disminución de la amenaza que se cierne sobre gran parte de estas personas. Además, es preciso optimizar los recursos destinados a proporcionar estos servicios, lo que permitirá recuperar para otros cometidos gran parte de los efectivos policiales dedicados a protecciones".

Por este motivo, esa instrucción indica que la seguridad "solo se proporcione a quien realmente lo requiera en atención a sus circunstancias personales y al grado de amenaza real que soporta, minimizando al mismo tiempo el catálogo de autoridades que deben contar con servicio de protección por razón exclusiva del cargo que ocupan". Pero el título de Esposa sí lo requirió.