Pese a que los expertos de Salud Pública destacan que existe una mentalización "importante" de la sociedad respecto a las medidas de conservación de la comida para evitar contaminaciones --y más cuando hace calor--, las intoxicaciones alimentarias siguen a la orden del día en Aragón. De hecho, estas se disparan durante el periodo estival, tal y como demuestran los últimos datos publicados por el Boletín Epidemiológico.

La semana pasada, se detectaron en la comunidad un total de 13 casos, casi el doble de lo habitual en otras estaciones. Nueve de ellos se dieron en la provincia de Zaragoza y otros cuatro en la de Huesca. En total, Aragón registra un total de 289 intoxicaciones alimentarias en lo que va de 2014, una cifra similar a la estimada por Salud Pública para este periodo en función de los datos acumulados en los últimos cinco años.

Sin embargo, Francisco Sancho, director general de Salud Pública del Gobierno de Aragón, aseguró que la incidencia de estas enfermedades en la comunidad "ha iniciado un ascenso" en los dos últimos años. "La tendencia de las tasas estaba siendo descendente desde el año 2004, llegando a estabilizarse en el 2008. Sin embargo, hace dos años que venimos comprobando un aumento de casos en la comunidad", indicó Sancho.

La mayoría de los brotes de las toxiinfecciones alimentarias (TIA) y gastroenteritis agudas (GEA) se producen en el ámbito familiar y son provocados por un alimento en mal estado. En esta época estival, los huevos y sus derivados suelen ser la causa principal de la salmonella, una bacteria especialmente agresiva en ancianos y niños.

VARIOS MICROORGANISMOS Se trata de un grupo numeroso de microorganismos que suelen habitar en las superficie de estos alimentos, así como en la piel de frutas y verduras que tienen contacto directo con la tierra. De ahí que cuando la manipulación no es correcta se contaminen. Una conservación incorrecta puede hacer que los gérmenes se multipliquen y provoquen los problemas al ingerir el alimento.

"En algunas ocasiones es difícil identificar el alimento o germen responsable, pero el agente casual más común es la salmonella", afirmó Sancho.

Los hábitos de alimentación cambian en verano y el director de Salud Pública indició que "es necesario observar con más rigor las medidas preventivas en las comidas, ya que las temperaturas son más elevadas y eso pude favorecer la proliferación de los microorganismos". "Los ciudadanos llevan un ritmo diferente, se come en sitios que no son los habituales y por tanto la elaboración de la comida es distinta y el tiempo de su consumo varía", remarcó Sancho.

En mayo de este año, Aragón superó la cifra de los 200 casos de intoxicaciones alimentarias en el 2014 tras un destacado brote colectivo con 13 afectados. Estas personas, tras la comida en un restaurante en una localidad de Zaragoza, padecieron síntomas de vómitos, fiebre y diarreas que cedieron en 24 y 48 horas y que, según informó Salud Pública, el alimento sospechoso del germen fueron unos mejillones.

La cifra de casos de intoxicación aumentó otra vez en junio en Aragón, cuando se llegó a los 242. Entre las afecciones, destacó que el día 26 de dicho mes el centro de salud de Maella (Zaragoza) comunicó el aislamiento de salmonella B en el coprocultivo de un niño de 3 años, que fue atendido el día 23 por diarreas, vómitos y fiebre. Los padres también presentaron los síntomas.

Según informó Sanidad, estos casos parecían asociados a la celebración de un banquete familiar en Batea (Tarragona) el 21 de junio, en el que enfermaron al menos 40 de los 140 asistentes a la comida.