La Guardia Civil ha abierto un proceso de investigación a un vecino de Peñamellera Alta (Asturias) por la muerte por envenenamiento de una hembra de quebrantahuesos en los Picos de Europa que fue incubada de forma artificial en Ordesa, al encontrar en su cabaña un bote cuyo contenido coincidía con el que produjo la muerte del ave.

Dos técnicos de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos localizaron el pasado 5 de abril en Llavandes un ejemplar muerto de quebrantahuesos, especie protegida por hallarse en peligro de extinción.

La hembra hallada había nacido en el 2016 tras un periodo de incubación artificial en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y fue liberada en el de los Picos de Europa en el marco del proyecto Life+Red Quebrantahuesos, que desarrolla la fundación con la colaboración con el Gobierno de Aragón.

Tras la muerte, el Seprona activó el protocolo de actuación en materia de cebos envenenados, por si pudiera ser el envenenamiento la causa de su muerte, realizando multitud de batidas por la zona con el apoyo de la Unidad Canina detectora de veneno del principado.

El 19 de abril, en una de estas batidas, se encontró un bote de cristal escondido en un hueco de la pared de piedra de la ventana de un pajar de una cabaña ganadera en Alles.

El contenido del bote, al ser marcado por el perro, fue remitido a un laboratorio especializado en criminalística, que tras su estudio determinó que se trataba de una sustancia denominada carbofurano, un producto fitosanitario prohibido por ser letal para los animales.

Por este motivo, la Guardia Civil tomó declaración al vecino que tenía arrendada la cabaña en la que se localizó el carbofurano por un supuesto delito contra la fauna.