Investigadores del Instituto de Ciencia de Materiales de Aragón (ICMA), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad de Zaragoza participan en un proyecto de la Agencia Espacial Europea (ESA) para desarrollar un nuevo telescopio de Rayos X que será enviado al espacio.

Con este telescopio, informan fuentes del ICMA en una nota de prensa, se podrá saber más sobre el origen del universo.

El director de este instituto, Javier Campo, ha explicado que este proyecto "ratifica la internacionalización del instituto y de sus investigadores, que contribuyen al avance del conocimiento científico".

El equipo acaba de regresar de Holanda, donde han mostrado al consorcio los avances en su investigación y en unos días vuelan a Japón para participar en un congreso donde presentarán esta tecnología que se hace desde Aragón", ha añadido.

El equipo del ICMA, formado por cuatro científicos del CSIC que son a su vez miembros del Departamento de Física de Materia Condensada, está liderado por el investigador del CSIC Agustín Camón.

Actualmente están desarrollando el sensor de una de las cámaras del telescopio con el que se podrá saber más sobre el origen del universo, el Big Bang o el nacimiento y explosiones de estrellas, según ha expuesto ICMA en la nota de prensa.

En el ICMA son expertos en bajas temperaturas y están probando y desarrollando materiales superconductores, es decir, materiales cuya resistencia eléctrica se anula a una determinada temperatura crítica, para hacer estos dispositivos.

La complicación del proyecto viene dada por la temperatura a la que deben estar estos sensores, cercanos al cero absoluto (-273,16 grados centígrados).

En los laboratorios esto se lleva a cabo con un refrigerador de dilución, pero el espacio requiere de otra técnica mucho más compleja, se precisa en la nota.