Comprendemos la preocupación que el lanzamiento del Plan de Actividades Solidarias en el Ámbito Educativo para Estudiantes de la Universidad de Zaragoza ha suscitado en los diferentes agentes sociales y profesionales. Es una manifestación clara de que la sociedad permanece interesada y vigilante sobre la educación de niños y jóvenes.

Precisamente la preocupación por la educación es uno de los ejes fundamentales de nuestra razón de existir como asociación de iniciativa social (constituida en el 2010 como grupo de apoyo a la oenegé Save the Children) en la defensa de los Derechos de los Niños según los términos de la convención adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989. Nuestra visión es la de un mundo en el que todos los niños y niñas tengan asegurado el derecho a la supervivencia, la protección, el desarrollo, la educación y la participación.

El plan propuesto tiene el objetivo de ofrecer a los estudiantes universitarios la posibilidad de llevar a cabo actividades solidarias en el ámbito educativo y contribuir a la sensibilización, formación y promoción de valores y actitudes éticas y solidarias, desde las que se fomente el compromiso y la implicación social de la juventud.

En ningún momento las tareas de voluntariado previstas en el plan van a sustituir ni total ni parcialmente el trabajo ni las responsabilidades de los profesionales de los centros educativos. Al contrario, el plan pretende poner a disposición de esos profesionales un pequeño número de estudiantes universitarios para realizar tareas puntuales de apoyo en casos muy específicos, tareas complementarias en el ámbito extraescolar, no lectivas ni curriculares, que hasta el momento no se llevan a cabo. Este tipo de actividades de voluntariado está recogido en el artículo 50 del decreto 73/2011, de 22 de marzo, del Gobierno de Aragón, por el que se establece la carta de derechos y deberes de los miembros de la comunidad educativa y las bases de las normas de convivencia en los centros no universitarios de Aragón.

El plan ofrece a los centros educativos con condiciones específicas la posibilidad de recibir a los voluntarios de la universidad. Los centros serán los que, finalmente, tomarán la decisión (en sus correspondientes consejos escolares) de aceptar o no a los voluntarios y definirán las tareas a realizar por los mismos, en el ámbito del plan, en coordinación y con la supervisión del Servicio Provincial de Educación y de Universitarios con la Infancia. Las tareas encomendadas a los voluntarios serán siempre actividades específicas de apoyo a los profesionales de los centros, nunca sustitutivas de su trabajo.

Se trata de un plan piloto, por lo que la selección de los centros educativos, la definición de las tareas de voluntariado, el seguimiento y la tutela de los voluntarios serán especialmente cuidadosos, por parte del servicio provincial de Educación, de las direcciones de los centros y de Universitarios con la Infancia.

No es la primera vez que se realizan este tipo de actividades de voluntariado en el ámbito educativo en Aragón. Por ejemplo, hace unos años Save the Children trabajó en el Instituto de Educación Secundaria María Moliner (del barrio Oliver de Zaragoza), dando clases de repaso escolar y español en horario extraescolar y talleres de resolución pacífica de conflictos a grupos de alumnos de familias inmigrantes o de etnia gitana.

En otras comunidades, diversas entidades también llevan a cabo desde hace años programas de voluntariado en el ámbito educativo en tareas como la atención socioeducativa domiciliaria (estudiantes con enfermedades de larga duración u otros que, por sus carencias económicas, culturales o sociales, ven dificultada su formación), programas de dinamización de centros escolares en horario extraescolar (respuestas que contribuyan a la resolución de las necesidades educativas, culturales y sociales de los menores en centros educativos situados en zonas desfavorecidas o con tasas significativas de alumnado en dificultad social). Una referencia a estas actividades puede encontrarse en el artículo El papel de las oenegés en la defensa de los derechos de la infancia, de Carmen del Molino Alonso, publicado en la Revista Española de Educación Comparada.

De igual forma, en otros países europeos mejor situados en el campo educativo según, por ejemplo, el informe Pisa, es habitual que distintas organizaciones lleven a cabo labores de voluntariado, en tareas similares a las mencionadas en los ejemplos anteriores o a las previstas en este plan.

Esperamos que, con el consenso social necesario y la colaboración de todos, con pasos como los que este plan pretende dar, avancemos en el camino de la formación y promoción de valores y actitudes éticas y solidarias.