El alborozo entre las filas de los Ortiz Rocasolano era ayer parecido al júbilo con el que vivían los Borbones la paternidad de los Príncipes. Jesús Ortiz, padre de Letizia, explicaba cómo iba a afrontar su segunda experiencia como abuelo (su hija Erika tiene una niña llamada Carla): "Ya lo soy, pero siempre que llega un miembro más a la familia, en este caso el segundo nieto, es una sensación de felicidad". Después hizo un triplete con sus sentimientos: "Como abuelo me siento emocionado, como padre, feliz y como asturiano, satisfecho".

En su casa asturiana de Sardeu, en el concejo de Ribadesella, la madre de Jesús Ortiz y abuela de Letizia, Menchu Alvarez del Valle, se debatía entre dos sensaciones: la inmensa alegría por la esperada maternidad de su nieta ("es una gran noticia de la que todos estábamos pendientes. La he recibido muy bien, es algo maravilloso y estoy muy contenta") y la tristeza por la reciente muerte de su marido. El 30 de marzo falleció José Luis Ortiz Velasco, de 82 años, empleado de la Olivetti, después de una larga dolencia pulmonar.

A unos cientos de kilómetros, en Alicante, los abuelos maternos de Letizia se expresaban con la misma complacencia con la que se habían manifestado los Ortiz. Francisco Rocasolano Camacho, taxista jubilado, no quiso descubrir qué prefería, si un nieto o una nieta, pero estuvo feliz con que se hubiera despejado la incógnita y que por fin Letizia hubiese garantizado la línea sucesoria: "Como toda España, quiero que haya heredero".

El abuelo de Letizia, padre de Paloma Rocasolano, hizo estas declaraciones a los periodistas que aguardaban ayer a las puertas de su casa en el barrio de San Gabriel, en Alicante, antes de dar su paseo "de todos los días" durante el que compra el periódico y el pan. Francisco Rocasolano, casado con Enriqueta Rodríguez, dijo haber sabido de la noticia al mismo tiempo que los periodistas: "Igual que os habéis enterado vosotros". Preguntado sobre si tiene previsto celebrar de una manera especial el suceso feliz de ser bisabuelo, Rocasolano respondió de una forma práctica y desprendida: "Eso es cosa de mi hija (Paloma) y de ellos (los Príncipes)", aunque admitió que "a lo mejor" hará algo especial.

En el quiosco donde habitualmente compra la prensa, la dependienta le recordó a Francisco que hacía unos días le había preguntado sobre si iba a ser bisabuelo y él respondió que no lo sabía.