Manolo Jiménez, entrenador del Real Zaragoza, aseguró ayer que aceptaría el encargo de leer el pregón de las Fiestas del Pilar, tal y como propuso el PP. "Ya hice el ridículo bailando la jota, aunque si me proponen para algo tan importante es muy difícil rechazarlo", apuntó el técnico, que agradeció las "muestras de cariño" aunque "se está valorando muchísimo que solo haya hecho mi obligación. A mí me contratan para intentar salvar al Zaragoza y es lo que hemos intentado y ha salido todo bien gracias a mis jugadores y a mi cuerpo técnico".

De hecho, Jiménez reconoció sentirse algo abrumado por la propuesta. "Premiarme a mí con tanto, no sé, me siento un poco cortado. Haré lo que quiera Zaragoza y el Zaragoza y si hay que dar el pregón se dará, pero creo que hay muchas personas más importantes y cualificadas que yo para ello".

Por su parte, el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, bromeó al afirmar que Jiménez solo será pregonero si firma su continuidad en el conjunto aragonés. "Será una especie de presión para que siga porque se juega el título de pregonero" y recordó que la propuesta para pregonero compete al alcalde y no a los grupos municipales. De hecho, llegó a calificar de "precipitada" la iniciativa formulada por los populares y llegó a afirmar que si Jiménez decide no continuar en el Zaragoza "no sería la propuesta del alcalde".