Jordi Hereu, alcalde de Barcelona, se ha visto obligado a dar un paso atrás en su proyecto olímpico. La crisis, con las cuestiones sociales a la cabeza, y la seguridad se convierten a partir de ahora en las dos primeras opciones de su programa de Gobierno. Esto significa que los Juegos Olímpicos, una opción que él mismo había encabezado, pierde fuerza, se queda en un segundo plano y el alcalde catalán dejará de capitanear la propuesta. Un jarro de agua fría para uno de los proyectos abanderados por el edil socialista.

En el Ayuntamiento de Zaragoza se interpretó la decisión de Hereu como un "síntoma de debilidad" frente a la candidatura aragonesa y se valoró que "nos allana el camino porque, aunque es una inversión para dentro de doce años, hay que trabajar ya en ella y esto puede deshinchar sus opciones". Así lo aseguró el consejero de Grandes Proyectos, Jerónimo Blasco, quien apuntó que "los costes ahora son mínimos y permiten trabajar a medio plazo". Además añadió que la crisis no es motivo para cambiar los planteamientos y las prioridades. Por eso descartó que la ciudad vaya a renunciar a otros proyectos de grandes eventos como la Expo Paisajes 2014. El consejero dijo que la crisis no va a durar siempre, por lo que la ciudad debe seguir desarrollando un trabajo prudente y moderado para que esté preparada cuando finalice esta situación económica.

El portavoz del PAR, Manuel Blasco, fue más contundente y aseguró que esto "supone el entierro de la candidatura de Barcelona" porque, a su juicio, "es muy difícil que pueda recuperarse para ser una candidata válida".

Pese a la euforia que reinaba en el consistorio, el futuro director de la candidatura aragonesa, Manuel Fonseca, dejó claro que "dar un paso atrás no es retirarse. Y Barcelona no lo ha hecho". "Yo creo que siguen trabajando y que lo hacen con todas sus fuerzas". Con estas palabras advirtió que el cambio de rumbo anunciado por el alcalde de Barcelona esconde detrás más una estrategia política que una renuncia. Que no sea prioritario para el primer edil, no quita que el proyecto catalán siga adelante.

PREPARADOS "Pero que nadie se engañe, Barcelona es ya una ciudad muy bien preparada. No necesita grandes infraestructuras porque sus equipamientos son ya muy buenos", explicó Fonseca. Y que cuenta ya con una oficina técnica con cinco personas. Su presupuesto es de 400.000 euros.

Ayer mismo la candidatura Barcelona-Pirineo 2022 dio un nuevo paso, con la constitución del consejo territorial, que preside el propio Jordi Hereu, y que está conformado por unas 50 personas que representan a distintas instituciones desde la propia Generalitat, ayuntamientos y comarcas de las zonas que se pueden ver afectadas por el proyecto olímpico. Su función será compartir los avances que se realicen con todas las administraciones.

Es decir, la candidatura de Barcelona, lejos de estar parada, parece más bien que avanza poco a poco. Y que incluso logra ya aunar a un buen número de responsables políticos a su alrededor. Se deja así de lado la imagen de disenso que desprendió al inicio la propuesta del alcalde de Barcelona. Aunque faltará por ver en qué se traduce todo ello, pues un posible cambio de Gobierno al frente del ayuntamiento de la capital catalana dejaría el proyecto en un mar de incertidumbres.

Desde el Gobierno de Aragón se mostró ayer el "máximo respeto" a la decisión del alcalde de Barcelona. Nadie confía en que la candidatura de la ciudad catalana se retire. "Tienen un equipo de personas trabajando que es muy competente. Con grandes expertos en el olimpismo", advirtió.