Algo más de 160 colegios aragoneses de Infantil y Primaria empezarán el curso 2017-18 bajo el modelo de jornada continua. A la espera de que el Departamento de Educación del Gobierno de Aragón dé a conocer los datos definitivos, algo más de 80 centros habrían obtenido, finalmente, el respaldo del 55% de las familias necesario para dar el paso definitivo hacia la modificación de sus tiempos escolares, según datos de la plataforma Sí a la jornada continua en las escuelas de Aragón.

De este modo, estos colegios se unen a los 79 que este curso ya tienen instaurada la jornada continua después de que, el año pasado, la Administración diese el visto bueno a su proyecto innovador y este obtuviera el respaldo mayoritario de la comunidad educativa. En total, más de 160 -el grupo todavía no ha logrado obtener datos de todos los centros donde se han celebrado votaciones a lo largo de la semana- de los 395 centros de Infantil y Primaria de la comunidad se han adherido ya al cambio. «Y todo apunta a que la cifra no dejará de crecer en los próximos años, como ha sucedido en el resto de comunidades. Continuará el efecto contagio, como consecuencia de gente que está muy contenta con el cambio y que traslada esa satisfacción a otros y, a este ritmo, supongo que, el próximo año, más de la mitad de los colegios habrán apostado por el cambio», indicó Miriam Ortega, portavoz de Sí a la jornada continua en las escuelas de Aragón.

ZARAGOZA

Y eso que los datos en Zaragoza capital no han sido demasiado buenos para el colectivo, que achaca la cantidad de centros en los que las familias no respaldaron el cambio a «la campaña en contra de la continua llevada a cabo por algunos padres».

Para ella, la cantidad sería mayor si la Administración acometiera cambios en la normativa. «La gente no entiende que no salga adelante el cambio a pesar de que el 51% o el 53% de la familias censadas en el colegio lo respalda», apunta. La normativa obliga a que al menos el 55% de los padres vote a favor de la implantación del nuevo modelo, pero Ortega entiende que «sería más razonable que se estableciera el 51%».

En ese sentido, dos sindicatos -CSIF Y CGT- exigieron ayer cambios en el decreto. El primero de ellos considera «inadmisible» que la abstención se siga considerando como un voto negativo. En este sentido, reclama que el proceso de votación se regule «de un modo más justo», valorando la abstención «como tal y no como un voto negativo, que es lo que contabiliza actualmente».

NORMA RÍGIDA

CSIF denunció que esta situación ha llevado a «bastantes centros» que han contado «con una altísima participación de las familias y con un escrutinio más que favorable de votos que apuestan por el sí al cambio a quedarse sin esta posibilidad por la excesiva rigidez de la norma».

Por este motivo, el sindicato considera que debería reducirse también el tiempo de carencia -tiempo que ha de pasar para que los centros que no han logrado el suficiente respaldo familiar puedan volver a presentar solicitud- de dos a un curso, «al menos en circunstancias donde la gran mayoría de las familias y del censo han apostado claramente por el nuevo proyecto de tiempos escolares», expuso el colectivo.

Por su parte, CGT exigió «una verdadera libertad para elegir el tipo de jornada» y reiteró su desacuerdo con algunas medidas incluidas en el decreto. «El actual decreto no cumple con la verdadera autonomía de los centros en su elección de jornada, ya que la Administración condiciona el derecho de elección a proyectos de innovación, dos cosas que no tienen nada que ver entre sí. Por otro lado, los votos de aquellos que no participan en las votaciones se suman a las filas del no. Este hecho es un punto verdaderamente antidemocrático criticado por todos los sindicatos de la mesa sectorial», expuso.