La jornada continua ha tardado tres años en ser mayoría entre los colegios aragoneses. Con los más de 60 centros que, previsiblemente, obtendrán la autorización del Departamento de Educación para aplicar este horario el próximo curso tras haber obtenido el respaldo de las familias en las votaciones celebradas esta semana, el número total de centros que seguirán este modelo en el 2018-19 se eleva hasta unos 236, es decir, el 60% de los 387 colegios que integran el escenario educativo en la comunidad.

Ya al final del proceso del año pasado, la mitad de la escuela pública acabó adherida a la jornada continua, pero los 57 centros de esta titularidad que ahora han superado los requisitos necesarios aumentan a 215 la cantidad de colegios que habrán modificado sus tiempos escolares durante estos tres años, lo que supone un 68,5% del total de colegios públicos aragoneses. «Respetamos los resultados de las votaciones y confiamos en que, donde se haya aprobado el cambio, se cumplan los proyectos y se vele por que se garantice una mejora en los centros», indicaron desde la Federación de Asociaciones de Padres de la escuela pública (Fapar).

Pero el cambio de tendencia en la concertada también adquiere una especial relevancia. Uno de cada cuatro de estos centros no dispondrá de horario partido el próximo curso después de que, en el proceso de este año, los 8 proyectos hayan sido autorizados y respaldados por las familias. En total, aplicarán la jornada continua 21 de los 81 colegios concertados aragoneses. «Estamos viendo que el proceso es imparable e irreversible y el máximo perjudicado de todo esto es el alumno», lamentó Miguel Ángel García, presidente de la Federación Cristiana de Asociaciones de Padres de Alumnos (Fecaparagón).

El colectivo, ante la tendencia creciente de la jornada continua entre la concertada, siente «tristeza» y «decepción». «Los titulares de los centros se resisten, pero hay una presión evidente por argumentos de tipo laboral o por determinadas familias».