Cualquier iniciativa que llegue a buen término en época de crisis es meritoria. Más aún si es por una buena causa. Es el caso de la residencia de la tercera edad Santa Bárbara, que tras un año de obras está a punto de abrir sus puertas en el barrio de Valdespartera, con aspiraciones de ser uno de los referentes entre los equipamientos de servicios del barrio.

La instalación, primer proyecto tangible de la Fundación Agustina Zaragoza (Fundaz), cuenta con 152 plazas de residentes y 20 de centro de día, y dará empleo a unas 70 personas cuando esté a pleno rendimiento. Bajo la máxima de "mantener un trato exquisito" con los clientes, según asegura su gerente, Ángel Cayón, cuenta ya con un buen número de plazas reservadas pero aún es posible inscribirse, bien a través de la web de la fundación (www.fundaz.org) o a través del teléfono 976 316 907.

Según expone Cayón, el edificio --diseñado por el arquitecto mantenedor del Pilar, Teodoro Ríos-- ha sido cuidado hasta sus mínimos detalles. Incluso en los que venían impuestos, como la ubicación. El terreno cedido por el Ayuntamiento de Zaragoza está ubicado en la avenida El Mago de Oz de Valdespartera, justo al lado de la última parada de la línea 1 del tranvía.

El terreno de más de 5.000 metros cuadrados ha permitido no solo la construcción de la residencia, sino futuros edificios de carácter asistencial, si así lo considerase oportuno la fundación. Por el momento, la residencia Santa Bárbara contará con una importante ventaja arquitectónica, como es la gran zona ajardinada protegida del viento en un barrio especialmente visitado por el cierzo.

En el interior, como expone Cayón, los responsables han intentado cuidar todos los detalles. El mobiliario, por ejemplo, no solo es de calidad sino que tiene en cuenta las características de los clientes, como tejido antibacteriano o mesas lo suficientemente altas para permitir el uso de sillas de ruedas eléctricas.

En la distribución, además de las habitaciones --dobles e individuales-- cuenta con zonas comunes accesibles entre las que se encuentran tres salones (uno de ellos reservado para pacientes afectados de demencias o con grandes necesidades de atención), una sala de terapia ocupacional, un gimnasio perfectamente adaptado al ejercicio físico que requieren los mayores --incluso con un panel para la práctica de las tareas cotidianas-- o una completa sala de juegos.

ATENCIÓN SANITARIA Entre los servicios de la residencia también se encuentra un consultorio médico, fisioterapeuta, podólogo, un servicio de farmacia u otro de peluquería. En principio, los residentes no tendrían necesidad de salir del edificio prácticamente para cubrir ninguna necesidad. También cuenta con una capilla, con posibilidad de atender grandes ceremonias al estar comunicada con los salones donde ver la televisión o prolongar la sobremesa.

"Estamos especialmente interesados en proporcionar una atención de calidad, donde la persona sea el objetivo fundamental", explica el gerente. Dentro de unas semanas podrán empezar a ponerlo en práctica con los primeros residentes, una vez seleccionado el personal que les atenderá, incluídos cocineros, auxiliares de geriatría, enfermeras o doctores de varias especialidades médicas.

Ante la demanda, la residencia cuenta también con conexión wifi de internet en todo el recinto, una de las peticiones estrella de los clientes que hasta ahora han reservado plaza en la instalación.

Mientras se dan los últimos retoques al recinto y sin apenas tiempo para digerir el logro del objetivo alcanzado, los responsables de Fundaz ya barajan próximos objetivos para trabajar por la tercera edad y los más desfavorecidos, el impulso que orientó el nacimiento de la fundación y que esperan que puedan seguir potenciando por muchos años.