Un hombre, P. M. C. I., de 34 años, residente en el barrio zaragozano del Actur, falleció en la mañana de ayer a consecuencia de la herida provocada por una cuchillada en la espalda propiciada, supuestamente, por un joven de 26 años que fue detenido poco después por efectivos de la Policía Local.

El suceso ocurrió a primera hora en la calle Escoriaza y Fabro, cerca de la rotonda de La Ciudadanía. Allí falleció la víctima, ya moribunda cuando la UVI móvil de bomberos llegó al lugar y trató, sin éxito, de reanimarlo durante casi una hora, pero solo pudieron certificar su muerte, según informaron fuentes del servicio de Protección y Salvamento.

La llegada de los servicios sanitarios se produjo después de que el 091 hubiera recibido, a las 7.30 horas, varias llamadas de ciudadanos que alertaron de la presencia en el suelo del agredido. El juez procedió al levantamiento del cadáver y la hermandad Sangre de Cristo se llevó el cuerpo alrededor de las 10.00 horas.

DETENCIÓN INMEDIATA

A los pocos minutos de que la Policía tuviera conocimiento de la agresión, el autor del homicidio, todavía con el cuchillo manchado de sangre en la mano, fue detenido por efectivos policiales en la calle Añoa del Busto, a la altura del número 3 y muy cerca del lugar donde yacía el cuerpo de la víctima. Con evidentes síntomas de haber ingerido grandes cantidades de alcohol, E. L. M. S., de nacionalidad ecuatoriana, fue llevado al hospital Miguel Servet para, posteriormente, recalar en dependencias policiales a la espera de, entre hoy y mañana, pasar a disposición judicial. El agresor portaba entre la ropa, otra arma blanca.

Las primeras investigaciones dejan entrever que no existía relación alguna entre el agresor y su víctima, que habría sido abordada en plena calle. Sin embargo, la Policía no descarta ninguna hipótesis para el esclarecimiento de los hechos. Una patrulla acudió de inmediato al domicilio en el que reside el supuesto autor del homicidio, en un ático del número 4 de la calle Santander, para continuar con las pesquisas. Dos supuestas testigos fueron trasladadas a comisaría para tomarles declaración.

Al parecer, y según pudo conocer este diario, E. L. M. S. llevaba alrededor de dos meses en el piso, donde residía en pareja en régimen de alquiler. Los vecinos no tenían queja sobre su comportamiento. "No daban problemas y no hemos escuchado nada durante la noche, tan solo un continuo ir y venir a partir de las 9.00 horas que podía corresponder a la llegada de la Policía, pero nos hemos llevado una gran sorpresa", admitía la vecina de enfrente de la casa del agresor.

En todo caso, las manchas de sangre en el portal y las gotas en la acera obligan a mantener la incógnita acerca del desenlace de los hechos, aunque en principio, las primeras pesquisas advierten de un encuentro fortuito y fatal en plena calle entre las dos personas que derivó en la agresión y el posterior fallecimiento.

En la intervención participaron agentes de las Brigadas Provinciales de Seguridad Ciudadana y Policía Científica, así como la Brigada de Policía Judicial.