La Audiencia de Huesca ha ordenado el ingreso en un centro para menores del joven que fue condenado a 8 años de internamiento en régimen cerrado por la muerte de un guardia civil que realizaba un control de tráfico en la variante de Barbastro.

La providencia dictada por el tribunal, según fuentes judiciales, se apoya en una corriente de jurisprudencia que rechaza que las condenas penales dictadas en primera instancia y en apelación puedan ser suspendidas mientras el Tribunal Supremo resuelve en casación.

El Supremo, ante el que recurrió la abogada del joven, Cristina Dolcet, ha emplazado a la entrada antes de decidir sobre la admisión a trámite o no de su recurso. Los hechos imputados al joven, que tenía 17 años en ese momento, ocurrieron la noche del 4 de marzo del 2016 en un control de alcoholemia.

El joven, juzgado por el Tribunal de Menores el pasado mes de noviembre, se negó a detener su vehículo, en el que viajaba su esposa y otra pareja de menores, y emprendió una huida en la que estuvo a punto de arrollar a otro agente. El fallecido, José Antonio Pérez, introdujo su brazo derecho por la ventanilla para instar al menor a que se detuviera, pero aceleró el vehículo y arrastró al agente a lo largo de más de medio kilómetro antes de chocar contra una bionda y después contra un turismo en el que viajaban tres personas.