El joven estadounidense tiroteado el sábado por la Policía tras una persecución por el casco amenazaba con "una masacre" si no le daban el dinero del billete de Euromillones que quería cobrar. Así lo refleja al menos el atestado policial, si bien el detenido, de 20 años, consideró en su declaración que era "imposible" que hubiera dicho eso.

Tampoco recordaba, aunque no "creía", que hubiese atacado con la navaja que llevaba a un policía, al que hirió en el cuello. Este agente pertenece a la Policía Local de Zaragoza, y a raíz de los hechos sufrió un ataque de ansiedad y está de baja.

El joven permanece ingresado en el Miguel Servet, pendiente de ser enviado a prisión cuando se recupere de los balazos que recibió en las piernas. Según coinciden las declaraciones de los policías locales y nacionales intervinientes en la persecución del sábado por la tarde, el agente los realizó al atacarle, como único medio de pararle.

Para el padre del joven, sin embargo, la actuación sigue pareciendo desproporcionada. Según relató al juez, su hijo llegó a España desde Nueva York el jueves pasado, con la advertencia de la tía con la que vivía de que tenía problemas mentales y oía espíritus. El padre lo asoció a las drogas y confió en que aquí, al no tomarlas, se le pasaría. Pero le preocupó su estado, así que le pidió cita para el psiquiatra y llamó a otro hijo para ayudarle a vigilarle.

Sin embargo, el joven logró escapar el viernes --le encontraron a las 5.00 horas por el puente de Piedra-- y de nuevo el sábado, en un descuido, que desembocó en la persecución. Para el juez, estos hechos pueden suponer delitos de atentado --como se calificaron al comienzo--, daños, amenazas e intento de homicidio.