--¿La crisis sigue siendo su principal preocupación?

--Sin duda. Sobre todo, el paro, pero Zaragoza no se ha parado y ha adoptado medidas reales frente a la crisis.

--Da la sensación de que Gobierno de Aragón y Ayuntamiento de Zaragoza van por libre y que la DGA ningunea al Gobierno municipal en asuntos como la Ciudad de la Justicia.

--Evidentemente, el consejero de Justicia, sí. Anunció medidas en las Cortes que no parecían compatibles con las adoptadas en el acuerdo bilateral y no nos dijo nada. Si la opción universitaria le gustara a la DGA, nosotros estaríamos abiertos a negociar. Espero un acercamiento.

--¿Ha exigido ya explicaciones a Silva o al presidente Iglesias?

--Con el presidente, sí he hablado. Me quejé del comportamiento del consejero. La idea del presidente es clara: que lleguemos a un acuerdo y punto.

--Afirma por ahí que Manu Blasco es su mejor concejal.

--Ya tuve un problema por llamar Messi a Jerónimo Blasco... No, no, yo de lo que presumo siempre es de mi Gobierno.

--Ahora se cumple un año del fichaje de Messi. ¿Ha crecido la división entre sus primeras espadas?

--Todas las personas que tienen valores casi siempre generan tensiones, lo que pasa es que en el gobierno son todos como Messi.

--¿Le daría ahora el balón de oro a Messi?

--Se lo daría al Gobierno.

--¿Es el momento para continuar impulsando la construcción de un campo de fútbol?

--Ahora más que nunca. Ese es el sitio donde debe inaugurarse y clausurarse los Juegos Olímpicos. La cuestión es empezar a hacerlo cuanto antes. Servirá también como escenario de muchos otros acontecimientos que vayamos organizando. El fútbol son 20 jornadas al año y poco más, mientras que el campo tiene que ser un elemento de centralidad para toda la zona Este.

--¿Por qué el consejero Larraz se niega a poner dinero para el campo de fútbol?

--Todos hacen lo mismo. Paco Catalá lo hace igual, lo que pasa es que a mí me molestan más las reticencias de otros. No es un criterio político, es un criterio de un responsable de finanzas que quiere ahorrar a toda costa.

--La dependencia financiera de los proyectos municipales respecto a la DGA es muy alta.

--Es total. Todos los grandes proyectos deben contar con la DGA. Eso ya Marcelino Iglesias lo ha entendido y espero que la sucesora lo consolide. Tenemos un sistema infinitamente peor que el resto de los municipios y eso no tiene sentido.

--Quizás la Ley de Capitalidad ayudaría.

--Es el único sistema definitivo.

--Pero no arranca.

--Las reticencias están siempre en el mismo lugar: en el dinero. Sabe el Gobierno de Aragón que hacer la Ley de Capitalidad supone más dinero. ¿Cuánto más? No se sabe, pero es abrir un melón que va a crear problemas económicos a la DGA... Yo estaría dispuesto a negociar la entrada en vigor a lo largo de varios años.

--Esta legislatura es difícil.

--Me conformaría con que se aprobara, pero es complicado.

--Para lograr la candidatura olímpica del 2022, ¿el enemigo a batir es Barcelona?

--El único, claro. Enemigo o adversario, que es más adecuado. El problema real que Barcelona nos ha creado solo es uno: permitir al Gobierno central mirar hacia otro lado hasta el 2013 porque tienen que ser neutrales. Pero hay un tema en el que podríamos tratar de implicar ya a la secretaría de Estado y al COE, que es la realización de un programa deportivo. Se puede hacer en cualquier lado, por ejemplo, en Teruel. A mí me gustaría mucho que Teruel entrase en el consorcio y que participara. Hay diez años por delante y en esta década hay que crear deportistas de élite como ocurrió en 1992.

--¿Ha hablado ya con el ministro de Deportes, que es Zapatero?

--Pienso dirigirme a Jaime Lissavetzky y al presidente del COE cuando se haya creado el consorcio porque ahora estamos acelerados en exceso. Hay que crear un programa deportivo de formación de deportistas de élite. Los deportistas son la materia prima fundamental. En el COE se dice: país que no gana medalla, país que no organiza unos Juegos Olímpicos.

--¿De dónde saldrá el dinero?

--Los pivotes de la candidatura son austeridad y sostenibilidad medioambiental. La única inversión fuerte sería el palacio de hielo. El resto son acondicionamientos temporales de otros espacios o de proyectos que estamos construyendo. El palacio costaría unos 60 millones de euros. Una vez que ganemos a Barcelona se creará el clima adecuado para que haya gestión privada de ese palacio de hielo. El presidente de la DPT estaba interesado en entrar en el consorcio y Lambán no sé por qué hizo unas declaraciones así destempladas, según su estilo último, pero si lo pide también le dejaríamos entrar.

--¿Si lo pide?

--Si lo pide, faltaría más. Más adelante invitaremos a otros socios para reproducir el modelo del consorcio de la Expo 2008. Y de la parte relativa al ayuntamiento, ofreceré un puesto a los grupos municipales que sean partidarios del proyecto olímpico.

--¿Se dará protagonismo a Jaca y al Pirineo al margen del reparto accionarial en el consorcio?

--Por supuesto. Jaca tiene experiencia y eso no se aprende en dos minutos. Ese es el background importante de la candidatura.

--Ahora que está más sosegado, ¿de verdad cree que Zaragoza representa mejor a España que Barcelona?

--Lo que quiero decir es que los separatistas harán de Barcelona una candidatura al servicio de su concepción como separatistas y como nación catalana. Zaragoza no tiene contraindicaciones. Despertamos una simpatía manifiesta en España. Hasta los de Murcia nos quieren, a pesar del trasvase. Zaragoza es una ciudad mucho más segura que Barcelona. Yo diría lo de Obama: si quieren guerra, la tendrán. Han querido guerra, la van a tener.

--¿Va a hablar con Hereu?

--Alguna vez sí, si no pasa nada.

--¿Ha hablado ya?

--Sí, le dije que este no era el momento para una visita, pero ya habrá tiempo. Por ejemplo, no descarto el poder trabajar juntos para la fase de promoción deportiva. Creo que podríamos perfectamente colaborar. No hay que cegarse, pero competir, sí.

--¿Zaragoza puede con todo?

--Zaragoza puede con todo. Con los Juegos y con muchas cosas más. Hay que estar en acontecimientos internacionales constantemente. Son eslabones imprescindibles y habrá que organizar más, solo que no quiero anunciarlos porque si no pensarán que me ha dado algo. Los guardo para la siguiente legislatura.