El magistrado Juan José Cobo Plana (Barbastro, 1961) dictó esta semana la primera sentencia que anula una hipoteca por la desproporción de los intereses de demora, como titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Arrecife (Lanzarote). La pareja afectada estaba en trámite de desahucio. La decisión, basada en la reciente doctrina del Tribunal Supremo, ha sido pionera en España.

--¿Cómo lleva el revuelo que ha levantado la sentencia?

--La verdad es que espero que esta sea la última entrevista que tenga que conceder, lo hago por ser a un medio paisano (ríe). Han sido tres días de muchísimo ajetreo, pero decidí darle difusión a la sentencia para que la gente estuviera al tanto de la doctrina del Tribunal Supremo y tomara las medidas oportunas.

--¿Ha sufrido mucho retraso en el juzgado?

--Afortunadamente no tenía vistas, pero sí tengo una buena pila de asuntos sobre la mesa.

--¿Qué mérito se atribuye, aparte de ser el que abre camino con esta decisión?

--Mérito ninguno, pero sí diré que fue duro tomarla porque me imaginaba el revuelo que despertaría.

--¿Ha tenido oportunidad de hablar con los afectados?

--No he hablado con ellos ni con ninguno, por no querer ni he entrado en internet para ver lo que se ha publicado, me van contando cosas mis familiares y amigos. Trato de abstraerme de todo esto.

--Ya ha anunciado que sigue anulando hipotecas en base a este criterio, ¿se le han acumulado muchas?

--Solo en mi juzgado son prácticamente unas 500, hoy mismo (por ayer) he firmado 31. Los funcionarios del juzgado las revisan y si cumplen los dos criterios --que sean de consumidores y no de sociedades, y que el interés de demora sea igual o superior al 16%--, me las pasan y yo compruebo que son anulables. Los préstamos hipotecarios son farragosos, pero ya se han acostumbrado y el proceso es rápido.

--¿Qué supone la anulación?

--Primero hay que aclarar que esta sentencia es recurrible, pero si lo confirmara la Audiencia Provincial, tendría básicamente dos consecuencias: la vivienda queda libre de cargas, como si hubiera pedido un préstamo personal. Se anulan los intereses de demora y el banco solo puede reclamar el principal.

--¿Las familias afectadas pueden tener esperanzas si sus intereses de demora de su crédito hipotecario superan el 16%?

--Cada juez tendrá su criterio, al igual que las audiencias provinciales. Por ahora, no pueden tener garantías de ningún tipo, no deja de ser una resolución de Primera Instancia.

--¿Le consta si su criterio es compartido al menos por los compañeros de Arrecife?

--No me consta ni he querido preguntar, yo he hecho lo que creía que tenía que hacer, he actuado en conciencia, pero cada juez decide.

--¿Puede haber colapso en la jurisdicción civil con las reclamaciones de los bancos?

--Yo creo que aquí, al menos, no. Si se extendiera mi criterio, lo lógico sería que los bancos tomasen una decisión unilateral de reajustar los intereses de demora. Pero no hay que anticiparse tanto, han pasado solo tres días.

--Usted ya había conocido la presión mediática, cuando llevó el proceso concursal de la Unión Deportiva Las Palmas, ¿le ayudó a tomar esta decisión?

--Al revés, es el motivo por el que retrasé y medité la sentencia una semana. Lo bueno de esta ocasión es que el revuelo durará unos días, el concurso de la Unión Deportiva fueron dos años.

--Pero la gente acabó contenta con usted, incluso fundaron una peña con su nombre.

--El proceso fue como una montaña rusa, con días de gran satisfacción y momentos muy duros, depende de las decisiones que tocase tomar, nunca había momentos medios. La exposición mediática es complicada para los que no estamos acostumbrados. Pero poniéndolo todo en la balanza, fue una buena experiencia.

--¿Siguió el proceso del Real Zaragoza?

--La verdad es que no estuve muy pendiente, no estaba allí y hay tantos equipos en dificultades...

--¿Mantiene el vínculo con Aragón?

--Sí, voy a menudo a ver a la familia que tengo en Zaragoza --entre ellos su hermano Juan Antonio Cobo, director del Instituto de Medicina Legal de Aragón-- y en Barbastro. Y al Zaragoza lo sigo cada fin de semana. Y temo que descienda, porque nosotros (la Unión Deportiva) vamos a ascender y sería una estupenda excusa para viajar a Zaragoza. A ver si nos podemos ver en Primera.

--¿Lleva intención de volver?

--La verdad es que no. Me siento muy aragonés, pero tras diez años soy un canario más, no echo de menos para nada el calor y el frío extremos. Mi cuerpo ya se ha adaptado a esta permanente primavera (ríe).