--Que pretende demostrar...

--¿Con esta hazaña? La continuidad del festival y que en los pueblos se pueden hacer programas culturales.

--Lunalunera parece que desaparece. No son buenos tiempos.

--No lo sabía... En la rueda de prensa de la presentación mostramos una serie de cuentas y estadísticas que hemos hecho del festival, y hemos demostrado que económicamente es rentable; genera más IVA a las arcas de las instituciones, del dinero que ellas aportan. El invertir en cultura y ocio es rentable.

--Pero parece que este año todos se han asustado.

--No creo que sea tanto... Por aquí las fiestas funcionan de otra manera. A base del apoyo popular: los vecinos siempre han puesto una cantidad y con eso se contrata todo... No depende solo de las arcas del ayuntamiento.

--Hablando de folk, parece que incluso el festival ha generado grupos y asociaciones estables.

--Ahí está Axí queda aixó, aunque no han nacido por nuestro tirón, pero nos hemos apoyado mutuamente. Tenían madera para salir por si mismos. A la sombra de un evento, nacen cosas similares. El Poborina folk ya juega en primera división.

--¿En serio?

--Y al estar en Primera jugamos la Champion Leage (risas). La revista Interfolk nos calificaba como un festival imprescindible y este año nos dice textualmente que somos como la Meca, y todos los aficionados deberían peregrinar al menos una vez en su vida. Después de 13 años ya podemos presumir de eso.

--¿Hay buen cartel este año?

--Sin duda, este año a pesar de la que cae, hemos crecido con más espacios escénicos y es el cartel más internacional que hemos tenido, con grupos punteros de Aragón y España. Pero también vamos a tener un grupo africano por vez primera y uno portugués.

--¿Tienen algo que ver con Pirineos Sur?

--Yo creo que no; te hablo de oídas porque desgraciadamente no he estado nunca. Manejamos un género semejante pero la forma de trabajar es diferente. Nosotros también hacemos músicas del mundo, así que estamos un poco en la línea de trabajo.

--¿Qué es lo genuino de ustedes?

--Nuestro sello es que aquí colabora todo el mundo, en una asociación cultural sin ánimo de lucro, donde la entrada es gratuita. Al espectador hay que traerlo hasta el pueblo. El Pobo no es un espectador más, se involucra completamente. Y de paso también van creando en la comarca infraestructuras que no existían, gracias al festival.